La industria farmacéutica, enfrentando siempre desafíos cruciales para salvar vidas, se prepara para abordar los desafíos operativos que marcarán el año 2024. Más allá de la búsqueda de nuevas moléculas y terapias efectivas, así como las inversiones asociadas, la atención a normativas críticas y la resistencia antimicrobiana, hay aspectos igualmente importantes, pero a menudo pasados por alto: los desafíos operativos.
Desde la gestión de inventarios y la cadena de suministro hasta la atención al cliente y el cumplimiento normativo, los procesos operativos son esenciales para el correcto funcionamiento de las empresas y para impulsar su eficiencia y productividad. Ambas características son fundamentales para una industria farmacéutica donde cualquier error puede desencadenar desajustes, retrasos e incluso comprometer la salud pública.
“En este contexto, la digitalización emerge como una oportunidad para mejorar la competitividad y rentabilidad del sector, así como para ofrecer productos y servicios de calidad que satisfagan las necesidades de la sociedad”, señala Daniel Taboada, CEO de ARBENTIA. “La tecnología no solo es una herramienta, sino también una oportunidad para transformar positivamente la manera en que operamos y brindamos atención de calidad a quienes más lo necesitan”.
ARBENTIA, firma internacional de consultoría de negocio y partner de Microsoft, ha identificado los seis principales retos operativos a los que se enfrenta el sector de la industria farmacéutica y las claves para afrontarlos con éxito.
- Optimización de inventarios y cadena de suministro: La gestión eficiente de inventarios y la cadena de suministro es crucial para garantizar que los medicamentos lleguen a los pacientes a tiempo, y en ello, es prioritario mantener optimizados los niveles de inventario y la gestión de la cadena de suministro. En este sentido, la implementación de sistemas de MRP (Planificación de Requerimientos de Materiales), Plan Maestro de producción (MPS) y otras herramientas de gestión financiera son recursos muy valiosos para la planificación y el seguimiento.
- Trazabilidad y gestión de datos: Rastrear la cadena de suministro y garantizar la autenticidad de los medicamentos es un fundamental para cumplir con las normativas y los estándares de calidad. Los sistemas de códigos de barras y RFID facilitan el seguimiento y la trazabilidad de los productos a lo largo de la cadena de suministro. Además, la adopción de tecnologías como sistemas de gestión de datos seguros, para implementar medidas de seguridad robustas, y capacidades para rastrear la ubicación y condiciones de almacenamiento en tiempo real son fundamentales para garantizar que los medicamentos lleguen en perfectas -y seguras- condiciones a los usuarios.
- Gestión de la calidad y cumplimiento normativo: La industria farmacéutica está sujeta a regulaciones estrictas en términos de calidad, seguridad y eficacia de los medicamentos, cuyo incumplimiento puede acarrear sanciones y pérdidas de confianza por parte de los usuarios. La gestión de la calidad es clave en todo el proceso del desarrollo de medicamentos, esto incluye cumplir con estándares de fabricación, pruebas rigurosas y control de calidad en todas las etapas. La implementación de herramientas de control de procesos en tiempo real garantiza un control constante sobre el producto, así como herramientas de gestión documental y de seguimiento de cambios normativos pueden aumentar la eficiencia y la productividad de los empleados.
- Automatización de procesos: En este entorno altamente regulado, donde incluso pequeñas desviaciones pueden tener consecuencias graves, la minimización de errores es crucial. En ello, la automatización de procesos ha traído grandes avances, permitiendo la disminución o eliminación de los errores humanos en procesos manuales. Por ejemplo, la gestión automatizada de inventarios facilita el seguimiento en tiempo real de los niveles de existencias permitiendo una planificación más precisa de la reposición de materiales y productos. Además, la configuración de flujos de trabajo adaptados a las necesidades específicas de cada empresa permite una mayor eficiencia en la ejecución de tareas.
- Integración con tecnologías emergentes: La industria farmacéutica debe adaptarse a las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, el análisis de datos y la telemedicina, para mejorar su eficiencia operativa. Por ejemplo, el análisis predictivo y grandes volúmenes de datos mejoran la toma de decisiones y anticipan tendencias de la demanda, la conexión con sensores IoT facilita la monitorización de la calidad de los productos durante el transporte y el almacenamiento y las aplicaciones móviles no solo pueden mejorar la comunicación con los pacientes, sino que pueden aportar grandes beneficios en áreas como las ventas o la gestión de almacenes.
- Servicio al cliente: Brindar un excelente servicio al cliente es esencial para mantener la satisfacción de los clientes. En este aspecto, la implementación de plataformas online en la que los clientes pueden realizar pedidos, verificar su estado y gestionar devoluciones, son altamente efectivas. Además, permiten el registro y seguimiento eficiente de quejas y reclamaciones, con procesos definidos para la resolución rápida y satisfactoria.