El calor, el sudor y los trajes de baño húmedos pueden causar infecciones íntimas pasajeras. Sin embargo, cuando aparecen síntomas como picor intenso, enrojecimiento, molestias por roce o durante las relaciones sexuales e, incluso, pequeñas heridas, puede tratarse de una patología vulvar crónica, como el liquen escleroatrófico. Por este motivo, el Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa resalta la importancia de visitar a un especialista en ginecología ante los primeros síntomas para recibir un correcto diagnóstico de esta enfermedad bastante prevalente, infradiagnosticada y desconocida para muchas mujeres.
El liquen escleroatrófico es una enfermedad autoinmune y una patología crónica que afecta a la vulva, provocando un adelgazamiento progresivo de la mucosa y de la epidermis, pérdida de elasticidad, inflamación, irritación y complicaciones en la funcionalidad y sexualidad cuando se encuentra en fases más avanzadas. El principal síntoma, el picor, suele provocar confusión, ya que infecciones frecuentes como la candidiasis también cursan con ese síntoma. Además, una infección por repetición (más de cuatro episodios en un año) puede generar un rascado crónico y un aumento de la sensibilidad que, cuando se mantienen en el tiempo, pueden provocar dolor en la vulva, aunque se elimine la causa.
“Los signos que deben alertar a las mujeres de que no se encuentran ante una infección habitual son que dure mucho en el tiempo, que se repitan los síntomas con frecuencia, que aparezcan lesiones en la piel y que no respondan ante los tratamientos prescritos”, advierte la Dra. Ingrid Pérez, ginecóloga especializada en menopausia, sexología y ginecología regenerativa del Hospital Universitario Vithas Madrid la Milagrosa. “En muchas ocasiones, las mujeres tendemos a restarle importancia a esta sintomatología, pero un diagnóstico diferencial precoz es crucial porque esta patología puede afectar a nuestra calidad de vida”, añade.
Aunque el liquen escleroatrófico tradicionalmente solo se ha tratado con antiinflamatorios, el Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa ha evolucionado el abordaje de esta y otras muchas patologías con la ginecología regenerativa para recuperar la funcionalidad, la elasticidad y la hidratación natural de la zona íntima, en lugar de limitarse a aliviar los síntomas. “Para tratar el liquen escleroatrófico, el láser nos permite regenerar todo el tejido vulvar, el ácido hialurónico se emplea para reparar las fisuras recidivantes que se producen y el plasma rico en plaquetas puede ser un complemento para todas estas terapias, potenciando la recuperación”, explica la especialista en ginecología regenerativa.
Por último, la doctora Ingrid Pérez recuerda la importancia de acudir a un especialista ante la aparición de los primeros síntomas genitales, que no deben ser ignorados: “la consulta temprana permite realizar un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz para mejorar el bienestar y la salud sexual de las mujeres”.