La Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA) ha participado en el debate “Sin ciencia no hay programa” organizado por la Confederación Española de Sociedades Científicas (COSCE), con el apoyo de entidades como FACME, SOMMa y CRUE.
En el debate, conducido por el periodista Manuel Campo Vidal, representantes del PSOE, PP, VOX, Sumar y PNV coincidieron en mostrar su apoyo a la Ciencia y dejaron patente la importancia de impulsar la I+D+I en España, con un Ministerio propio. Todos los partidos reconocieron que las partidas para investigación son insuficientes, y que es necesario incluir en la agenda política acciones para atraer talento joven y establecido desde el extranjero. Sobre qué porcentaje del PIB se debería de dedicar a I+D+I, las opiniones variaron entre cumplir los compromisos con la Comunidad Europea de llegar a un 3%, hasta una posición más cauta, por la cual, sin una infusión importante de inversión privada, es inviable si quiera llegar a la media europea actual del 2.4%.
Se mencionó también en el debate la necesidad de impulsar la innovación con colaboraciones activas entre centros de investigación y la industria. Se aludió también al reto de cómo abordar la renovación del personal científico (con más de 15.000 jubilaciones esperables en los próximos 5-6 años). Sin embargo, no se presentaron medidas específicas, ni se establecieron plazos creíbles que resuelvan la situación de debilidad tras la finalización de los fondos europeos de recuperación y resiliencia.
Preguntas de la audiencia incluyeron distintas reivindicaciones para colocar a la ciencia en el lugar preferente que merece en la agenda política y social.
Por parte de ASEICA, participaron en el debate Marisol Soengas y Ana Cuenda. La presidenta Marisol Soengas incidió en la importancia de una cifra que «preocupa muchísimo» a los investigadores e investigadoras: «el 75% de los proyectos de la Agencia Estatal de Investigación tiene una media de menos de 150.000 euros«. Soengas insistió en que «si queremos competir a nivel europeo y atraer y consolidar talento, tenemos que potenciar esta base».
Además, la presidenta de ASEICA lamentó que no se detallasen planes sobre starting packages para investigadores jóvenes, ni fondos estructurales para los centros de investigación. También señaló que no se habían presentado planes para optimizar todos los fondos y los remanentes, y no se había hablado de la Ley de Mecenazgo. Ana Cuenda, por su parte, lamentó que “realmente no se presentaron propuestas novedosas que vayan a suponer una diferencia significativa para la comunidad científica”.
La Asociación considera que, independientemente de la opción política que resulte elegida por el conjunto de los españoles, los responsables que se encarguen de la cartera de Ciencia, Universidades e Innovación deben poner en marcha serie de medidas “imprescindibles” para solventar los problemas acumulados a lo largo de estos últimos años en el sector de I+D+I de nuestro país.
Estas medidas incluyen:
- Incremento sustancial de la financiación de proyectos de I+D+I, que permita a nuestro país alcanzar al menos la media europea (en el 2.4% en este momento). ASEICA también reclama que este aumento en la financiación sea en forma de subvención directa y no como créditos (que no pueden ser solicitados por los investigadores académicos y hospitalarios). Uno de los objetivos globales debería de ser conseguir una financiación de la I+D+I que sea independiente de mecanismos de recuperación y resiliencia europeos, que son coyunturales y limitados en el tiempo.
- Fortalecimiento de agencias financiadoras de ámbito nacional. ASEICA apoya implementen medidas excepcionales que incluyan, como mínimo, duplicar a corto plazo los programas de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) destinados a la financiación de proyectos de investigación. Según ASEICA, Esta medida es factible, dado que supondría, por ejemplo, un incremento de alrededor de 360 millones de euros en los programas financiados por la AEI, y unos 60 millones de euros para la Acción Estratégica de Salud del ISCIII.
- Aumento de programas destinados a la formación y captación de talento joven tanto de la AEI como del ISCIII (p.ej., programas Ramón y Cajal, Sara Borrell, Miguel Servet y Joan Rodés). Estos programas habrán de ser reformulados para incluir paquetes iniciales (“starting packages”) competitivos con partidas flexibles para compra de equipamiento, contratación de personal investigador y desarrollo de investigación puntera.
- Atracción y retención de talento consolidado. Proyectos como el reciente “ATRAE” es muy limitado en fondos y cobertura. ASEICA anima a considerar entre otros, programas a largo plazo del tipo ICREA (Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados) o Ikerbasque, que han demostrado ser una herramienta eficiente de atracción de personal nacional y extranjero.
- Dotación de fondos estructurales para los centros y organismos de investigación, que permita una gestión independiente, aunque sujeta a evaluación.
- Simplificación de los trámites burocráticos. “La fiscalización es necesaria, pero solicitamos que se realice de una forma racional y homologada a los países de nuestro entorno. Necesitamos acabar con el laberinto de papeleo en nuestros laboratorios e impide contratar talento extranjero”, indican desde ASEICA.
- Ejecución del 100% de las partidas destinadas al sistema de I+D+I. Informes recientes de COSCE indican que sólo se ejecutan el 91% de los fondos no financieros y el 26% de los fondos financieros de la partida 46 de los Presupuestos Generales del Estado. Estos fondos “remanentes” deberían de revertirse al sistema en forma de convocatorias adicionales.
- Impulso a la innovación y la transferencia de conocimiento. Índices internacionales como “Global Innovation Index 2022 – Spain” (WIPO) sitúan a España en el puesto 28 en innovación (por detrás de Suiza, Suecia, UK, Alemania, Francia, Países Bajos y otros países del entorno europeo). Se necesita dotar a las OTRIS (Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación) de infraestructura y personal, así como promover medidas para potenciar colaboraciones entre centros académicos y la industria. La recuperación de proyectos como “Pruebas de Concepto” supondrían también una buena iniciativa para favorecer la aplicabilidad del conocimiento generado desde los centros de investigación.
- Mejora en la Ley de Mecenazgo. Se necesita una reforma de la ley del mecenazgo que sea ambiciosa y equivalente con nuestro entorno europeo. En particular, es necesario revisar la regulación para permitir incentivos fiscales que favorezcan la inversión privada (personas físicas, personas jurídicas o no residentes).
- Continuar e impulsar políticas de género en la ciencia. Las mujeres siguen ocupando menos del 35% de los puestos de alta responsabilidad en la investigación pública y privada en este campo. La brecha de género sigue aumentando, en particular en ámbitos STEM. Por tanto, se necesitan políticas que aseguren la igualdad de oportunidades y la promoción de talento femenino en todas las fases de la carrera profesional.
11.En el ámbito de cáncer:
(11.a) Implementar una Estrategia de Investigación en Cáncer que aborde los retos pendientes de diagnóstico y tratamiento de los pacientes.
(11.b) Reforzar los programas de medicina personalizada.
(11.c) Fortalecer iniciativas de investigación cooperativas, como el Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC) o la Conexión Cáncer del CSIC, entre otras.
(11.d) Apostar por programas de ensayos clínicos iniciados por investigadores, con la promoción y financiación de la investigación clínica independiente.
(11.e) Promocionar la actividad investigadora del personal perteneciente al Sistema Nacional de Salud, como elemento de valor añadido a su actividad asistencial.
(11.f) Impulsar y dotar de financiación adecuada a proyectos colaborativos entre centros de investigación, entornos clínicos y la industria.