Doctoralia, el marketplace de salud más grande del mundo, señala que las visitas con especialistas en dermatología han aumentado hasta un 47% durante los cinco primeros meses de los dos últimos años, y un 20% en comparación con los datos del año anterior.
Paralelamente, la incidencia del cáncer de piel en España ha aumentado aproximadamente un 50% a lo largo de los últimos 20 años, según la investigación sobre el melanoma cutáneo en España, llevada a cabo el año pasado por la Red España de Registros de Cáncer (Redecan) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Este estudio apuntaba que sólo en 2022 se contabilizarían 7.500 casos de melanoma cutáneo, con una tasa de incidencia de 16 casos por cada 100.000 personas.
En este sentido, “los motivos más frecuentes por los que los pacientes acuden a consulta suelen ser los relacionados con lunares: revisión rutinaria, aparición de nuevos o cambios en los que ya existían” explica Sophía de la Corte, dermatóloga y miembro de Doctoralia.
Los resultados de la investigación confirman la preocupante situación de la enfermedad en España, que se sitúa como el noveno cáncer más frecuente en mujeres y el decimoprimero en hombres. Por edades, el grupo más afectado es el que engloba a las personas de 65 años o más, que representan un 44% de los casos totales, seguidas por las de 45 a 54 años (39%) y el grupo de 0 a 44 años (17%).
¿A qué problemas nos enfrentamos si no cuidamos de nuestra piel de forma constante y adecuada?
Hoy en día, es habitual encontrar en consulta a pacientes que no han cuidado la piel de forma adecuada, sobre todo en el pasado, ya que no existía tanta conciencia sobre la fotoprotección.
La exposición solar en exceso y la ausencia de protectores con spf +50 décadas atrás, ha provocado la aparición de lesiones cutáneas malignas y premalignas: “Tenemos muchos pacientes que debido a esto precisan revisiones periódicas para tratar estas lesiones malignas, a las que denominamos queratosis actínicas, y que no dejan de aparecer aun cuando hemos dejado de tomar el sol, ya que la piel tiene memoria. También son frecuentes las cirugías de lesiones malignas (cáncer de piel)” explica De la Corte.
Por otro lado, también hay otros cuidados que se deben tener en cuenta a la hora de mantener una piel sana y bonita. “Son imprescindibles los cuidados que incluyen una adecuada rutina cosmética, con el uso de productos adaptados a cada tipo de piel y de activos que permiten que la piel funcione correctamente” comparte Ana Varela, dermatóloga y miembro de Doctoralia, y, añade que “Cuando los cosméticos que se aplican no son adecuados, pueden aparecer cuadros de acné, rosácea, incluyendo dermatitis perioral, así como pérdida de elasticidad, de luminosidad o daño textural”.
La realidad de los mitos más típicos sobre protección solar
Las especialistas en dermatología y miembros de Doctoralia, Ana Varela y Sophía de la Corte, desvelan la realidad de los mitos más conocidos sobre la protección solar y el bronceado de la piel, para facilitarnos una protección óptima este verano:
1. Si el factor de protección de tu crema solar es 50, no durará 50 minutos
Uno de los mitos más extendidos es que el factor de protección solar equivale al tiempo de acción del fotoprotector, es decir, si el factor de protección es de 50, durará 50 minutos. Esto no es así.
Lo que realmente significa el factor de protección solar es la capacidad de proteger la piel teniendo en cuenta la dosis eritematosa mínima con y sin protección. Dicho de otra manera: la dosis de radiación ultravioleta B (UVB) necesaria para producir una quemadura solar. Los profesionales calculan el factor de protección necesario para cada piel dividiendo la dosis de radiación necesaria para tener una quemadura con protección solar entre la dosis de radiación necesaria para tener una quemadura sin protección solar. El factor de protección se clasifica así: bajo (6 a 10), moderado (15 a 25), alto (30 a 50) y muy alto (50+). Es decir, con un factor de protección solar de 50 tu piel estará 50 veces más protegida que si no te aplicas nada.
2. El “bronceado saludable” no existe
Equívocamente, se habla del denominado “bronceado saludable”, pues no existe ningún tipo de bronceado que pueda serlo. Realmente, el único bronceado saludable es el que se tiene por genética (fototipo), sin exposición solar o el uso de autobronceadores.
El bronceado no deja de ser un mecanismo de defensa frente al daño que se ha producido en nuestras células debido a la exposición solar. Y, de paso, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Al fin y al cabo, el bronceado es transitorio pero sus efectos nocivos duran para toda la vida.
3. Debajo de la sombrilla no estás protegido
Otro gran mito es que debajo de la sombrilla estamos protegidos a cualquierhora del día. Para desmentir esta idea, es importante hacer referencia al índice de Albedo. Se trata del índice que mide la reflexión de la luz solar al incidir sobre distintas superficies; de tal modo que, en función de donde estemos, la luz reflejará en mayor o menor medida.
En la nieve, la radiación solar refleja hasta el 80%, en la arena un 15% y en la hierba un 25%. Por ello, bajo la sombrilla seguimos expuestos a la luz solar, y si lo hacemos sin protección y en las horas centrales del día, tendremos un riesgo importante de sufrir el daño del sol.
Tips para el cuidado de la piel con la llegada del verano
Ahora que entramos en una de las épocas más peligrosas y delicadas para nuestra piel, Ana Varela, dermatóloga y miembro de Doctoralia, comparte los consejos que debes seguir para cuidar de tu piel de manera óptima y eficaz.
- Evita la exposición solar durante las horas centrales del día, es decir, entre las 11h y las 17h.
- Usa crema con fotoprotección solar 50+. Si tu piel tiene capacidad de pigmentarse, te pondrás moren@ igualmente. Además, renuévala cada 2-3 horas, y si te bañas, vuelve a aplicar suficiente cantidad al salir del agua.
- Usa medidas físicas: sombreros, gorras, gafas de sol, camisetas… La ropa con fotoprotección solar puede ser una buena opción tanto para aquellos que practican algún deporte como para los niños.
- Evita estar bajo la sombrilla en horas centrales del día, con o sin crema, ¡te puedes quemar igual!
- No es necesario quemarse para que la piel sufra daño por el sol.
- ¡Evita el uso de solárium! Está demostrado que aumenta el riesgo de cáncer cutáneo.
- Revisate los lunares periódicamente con tu dermatólogo, y recuerda la regla ABCDE: A de asimetría, B de bordes irregulares, C de color (más de un color dentro de la misma lesión, o un color muy diferente al del resto de los lunares), D de diámetro (mayor de 6 mm) y E de evolución. Si notas cambios, debes acudir siempre al dermatólogo para valorar la lesión sospechosa.
La especialista Sophía de la Corte, dermatóloga y miembro de Doctoralia, añade que “es fundamental adaptar la rutina cosmética según la estación del año y localización donde nos encontremos, para evitar rebrotes de algunas patologías como el acné o la rosácea. Ahora que empieza el verano, podemos usar productos más ligeros”.