MD Anderson Madrid presenta el Servicio de Oncogeriatría para incorporar los cuidados geriátricos en la atención oncológica

El envejecimiento se presenta como el principal factor de riesgo individual para el desarrollo de cáncer1. La creciente población de adultos mayores y el aumento de la incidencia de esta enfermedad en este grupo demográfico está propiciando que la Geriatría esté adquiriendo una importancia cada vez más significativa. Por ello, MD Anderson Cancer Madrid acaba de poner en marcha el Servicio de Oncogeriatría, siendo el único hospital privado en España que lo ofrece y cuyo objetivo es incorporar esta figura tan importante en los cuidados oncológicos del paciente desde un abordaje multidisciplinar tan necesario para el bienestar de los afectados.

“No es lo mismo tomar una decisión acerca del manejo de un mismo cáncer en pacientes jóvenes que en mayores y posiblemente pluripatológicos. En estos casos, la valoración de un geriatra experto en Oncología es muy relevante. Somos el primer hospital privado en ofrecer este Servicio. En un centro como el nuestro dónde el abordaje multidisciplinar es su sello de identidad, la Oncogeriatría debe formar parte de nuestro trabajo diario. Este servicio supone un hito para nuestro hospital”, celebra el Dr. Santiago González, director médico de MD Anderson Madrid.

Y es que, según la Dra. Andrea Sáenz de Tejada,responsable de la Unidad de Oncogeriatría de MD Anderson Madrid, se estima que en 2030 el 70% de los tumores sean en pacientes mayores de 65 años2. “España ostenta una de las esperanzas de vida más elevadas, no solo en Europa, sino a nivel mundial, por lo que la importancia de contar con servicios de Oncogeriatría se vuelve cada vez más evidente. Dado que se espera que el papel de este servicio sea cada vez más marcado en los próximos años, desarrollar este Servicio nos sitúa como centro pionero en dicha especialidad”, señala Sáenz de Tejada.

Valoración Geriátrica Integral en el paciente mayor con cáncer

El objetivo de este servicio apunta la doctora, es realizar una Valoración Geriátrica Integral (VGI) en el paciente mayor con cáncer. La VGI consiste en realizar un abordaje global que incluye un análisis exhaustivo sobre las áreas nutricional, funcional/física, cognitiva, farmacológica, psicológica y social. Además, se analizan posibles comorbilidades con el objetivo de llevar a cabo una toma de decisiones por parte del equipo multidisciplinar.

Con esta información, el especialista puede establecer un tratamiento individualizado del paciente, realizar intervenciones sobre áreas de vulnerabilidad o fragilidad, y minimizar o tratar las secuelas del superviviente.

El proceso de envejecimiento se manifiesta de manera muy heterogénea. Cada individuo envejece de manera única. Incluso dos personas de 80 años pueden presentar situaciones físicas, cognitivas y de fragilidad, así como reservas funcionales, diferentes entre sí. “Nuestra labor consiste en realizar una evaluación exhaustiva de cada paciente para identificar áreas de vulnerabilidad, trabajar en ellas y colaborar con diferentes especialistas para establecer un plan de cuidados y tratamiento adaptado a las necesidades específicas de cada paciente”, prosigue la Dra. Sáenz de Tejada. 

Hasta en el 27% de los pacientes se cambia el tratamiento oncológico inicialmente propuesto tras la VGI

Los tratamientos oncológicos en pacientes mayores producen mayor toxicidad, dependencia y muerte que en jóvenes. “Gracias a la VGI, podemos predecir la toxicidad y vulnerabilidad a diversos fármacos, así como posibles complicaciones que puedan surgir. También se puede estimar la supervivencia. Todo ello nos permite establecer un plan de cuidados individualizado a cada paciente. De hecho, hasta en el 27% de los pacientes se cambia el tratamiento oncológico inicialmente propuesto tras la VGI”, destaca.

A este respecto, una VGI no solo previene el sobretratamiento e infratratamiento, y los efectos secundarios derivados de ellos, sino que también contribuye a descubrir problemas no evidentes en la historia clínica habitual que pueden afectar al resultado del tratamiento oncológico, pudiendo trabajar sobre ellos.

El aspecto nutricional es igualmente importante dado que, según Sáenz de Tejada, entre un 10 y un 20% de pacientes desnutridos fallece más por esta causa que por el tumor en sí3. “El geriatra puede indicar suplementos nutricionales y una dieta concreta al paciente.

El paciente con baja masa muscular tiene peor pronóstico, por lo que toda intervención nutricional debe acompañase de ejercicio físico”, explica.

“La premisa esencial es que el aumento de la población de edad avanzada conlleva un crecimiento constante en la incidencia del cáncer. El envejecimiento es un proceso heterogéneo y requiere de un enfoque integral, así como de un abordaje multidisciplinar”, continúa la responsable de la nueva Unidad de Oncogeriatría, quien asegura que las VGI son fundamentales para abordar la complejidad del envejecimiento para poder ofrecer a cada paciente los cuidados oncológicos y el tratamiento individualizado que necesite.

Referencias:

1. Instituto Nacional del Cáncer. Factores de riesgo: edad. Último acceso: diciembre 2023.

2. Sociedad Española de Geriatría y Gerontología – CÁNCER. NEOPLASIAS MÁS FRECUENTES (María Victoria Farré Mercadé/Raquel Benavent Boladeras)

3. Rodríguez Couso M. Intervenciones geriátricas en el mayor con cáncer basadas en la valoración geriátrica integral. Áreas de optimización: lo que el geriatra puede aportar al equipo multidisciplinar. Nutr Hosp 2020;37(N.º Extra 1):38-47

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