El próximo viernes 28 de julio, Día Mundial de contra las Hepatitis Víricas, las principales estaciones de tren españolas amanecerán con un saludo a todos los viajeros para que disfruten de sus vacaciones sin olvidarse de proteger su salud frente a las hepatitis virales. “Tu salud en la maleta” es una campaña promovida por organizaciones de pacientes y sociedades científicas para recordar que, incluso en tiempo de descanso, no hay que dar tregua a la lucha contra este problema de salud pública que la OMS ha propuesto erradicar antes de 2030.
Para lograrlo, son objetivos prioritarios la reducción en un 90% de las nuevas infecciones por las hepatitis B y C; la reducción en un 65% las muertes por cirrosis y cáncer de hígado; el diagnostico de al menos el 90% de los casos de hepatitis B y C; y el tratamiento al menos al 80% de las personas que reúnen los requisitos para ello. El propósito de la campaña, que acogerán las principales estaciones de tren españolas en horario de 6.00 a 0.00 horas del 28 de julio, es precisamente promover el conocimiento y la sensibilización en relación con la prevención, diagnóstico, acceso a cuidados, vacuna y tratamiento necesario para los cuatro tipos de hepatitis virales, a fin de movilizar a toda la sociedad en “este viaje final hacia la eliminación de las hepatitis víricas”.
La campaña recordará a todos los viajeros que la hepatitis es “una infección que provoca la inflamación del hígado generando posibles daños” y que “las más comunes y significativas son las conocidas como hepatitis virales: las hepatitis A, B, C Y D”. En relación con la hepatitis A, recordará que “se asocia a agua y alimentos contaminados, o a hábitos de higiene deficientes y a determinadas prácticas sexuales”, mientras que la hepatitis B, por su parte, “se transmite fácilmente a través de prácticas sexuales por el contacto con sangre y puede derivar en una enfermedad crónica, cirrosis y/o cáncer de hígado”. Además, “la mayoría de los adultos que contraen hepatitis B se recuperan por completo, pero si la infección se cronifica, no hay cura”. Sobre la hepatitis C, informará que es “una infección que cursa de forma asintomática hasta que los daños del hígado comienzan a generar síntoma, como cirrosis y cáncer de hígado” y que “su detección temprana es esencial para acceder a un tratamiento que cura la infección”. Por último, recordará que “el virus de la hepatitis D es un virus satélite que para su replicación en el organismo necesita el virus de la hepatitis B” y que “dependiendo de cómo curse la doble infección puede causar daños hepáticos”.
Asimismo, la campaña incidirá especialmente en la prevención, destacando la importancia de mantener “buenos hábitos de higiene, lavarse bien las manos, lavar bien los alimentos o evitar zonas de contacto con heces o sangre sin una barrera física preventiva, como en algunas prácticas sexuales o clínicas”, y de “evitar consumir drogas inyectadas o reducir al máximo los riesgos de exposición y no compartir nunca material de consumo o parafernalia”. Asimismo, recomienda “acceder a las pruebas diagnósticas o rápidas para salir de dudas”, y, en caso de positivo, “a los tratamientos y posible cura para prevenir nuevas infecciones”, y subraya la importancia de la vacunación frente a la hepatitis A y B. En relación con la hepatitis D, hasta ahora sin fármaco, los promotores de la campaña subrayan que la Agencia Europea del Medicamento autorizó en 2020 un fármaco, aún no financiado en España, a pesar de que hay entre 5.000 y 7.000 personas con esta enfermedad.
“Tu salud en la maleta” está promovida por la Federación Nacional de Trasplantados Hepáticos (FNETH), y la ONG Apoyo Positivo, y cuenta con el aval científico de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas (AEHVE) y la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), el patrocinio de Gilead y la colaboración de Abbvie.
Para el coordinador de la AEHVE, Javier García-Samaniego, este tipo de iniciativas son “muy relevantes para que las hepatitis víricas se mantengan vivas en el foco de la agenda pública, evitando la relajación, sobre todo en un contexto de cierto retroceso en la carrera por la eliminación provocado por la pandemia”. “Somos el país con mayor población que mejor lo ha hecho en relación con todas las hepatitis virales y particularmente con la hepatitis C, pero ha sido imposible evitar el impacto negativo de la COVID 19, por lo que tenemos que recuperar la inercia que teníamos antes de la crisis sanitaria si queremos alcanzar el objetivo final de la eliminación de acuerdo con el reto lanzado por la OMS”, concluye García-Samaniego.
En esta misma dirección, el presidente de la AEEH, Manuel Romero, subraya que la distancia para la eliminación de la hepatitis C es corta “pero posiblemente el camino que nos queda es el más difícil de recorrer”, porque el objetivo es ya “una cuestión de ajuste fino entre numerosas estrategias, como el compromiso de las ciudades, la colaboración con servicios sociales y ONG para llegar a los colectivos más vulnerables, el diagnóstico e inicio de tratamiento descentralizado de estos pacientes, la revisión de pacientes en las bases de datos del sistema sanitario, los protocolos automatizados…”.
Y como base común de todas estas estrategias, el mejor conocimiento y sensibilización de la población y el acceso a las pruebas de diagnóstico en caso de dudas sobre posibles situaciones de riesgo, objetivo al que se dirige esta campaña.
Sobre ella, la presidenta de FNETH, Eva Pérez Bech, señala que «el camino para la eliminación de las hepatitis pasa por un esfuerzo conjunto, y por informar y concienciar a los pacientes y a toda la sociedad sobre la importancia de la prevención; por eso, campañas como esta son fundamentales». Finalmente, Jorge Garrido, CEO de Apoyo Positivo, insiste en la necesidad de un compromiso institucional para el avance en los objetivos de eliminación, especialmente en la hepatitis C, “como en el VIH, tenemos todas las herramientas para controlar las hepatitis y acabar con alguna de ellas como pandemia. Aunque hemos avanzado, si no llegamos a esa meta todavía es por falta de voluntad política, y por limitar el acceso universal a la salud a determinadas personas afectadas por las hepatitis. En la maleta institucional debe ser prioritario el abordaje de las enfermedades infecciosas, el reconocimiento de su sociedad científica y la implementación de los nuevos modelos de atención centrados en la persona y sus necesidades, especialmente en esos perfiles más vulnerados”.