La Fundación Jiménez Díaz se ha convertido en el primer hospital de alta complejidad ‘Carbono Neutral’ de España al compensar al 100% su huella de carbono en 2023, liderando así el avance del sector hospitalario hacia un modelo de negocio más sostenible y saludable, tanto para las personas como para el medio ambiente. Para ello, la compañía CO2 Revolution -certificada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España- ha comprobado y verificado las emisiones de gases de efecto invernadero que libera a la atmósfera el centro madrileño de alta complejidad durante el desarrollo de su actividad productiva. Posteriormente, el hospital ha procedido a la compensación de las mismas mediante la reforestación de dos grandes áreas de monte desarbolado en Quireza y Vilar, en el municipio de Cerdedo-Cotobade, en Pontevedra.
Conscientes de la relevancia que tiene el sector en el calentamiento global, la Fundación Jiménez Díaz ha decidido reforzar su compromiso con la salud del planeta y, por ende, de las personas, al compensar su huella de carbono y contribuir con ello a mitigar la actual situación de emergencia climática.
Tal y como destaca el Dr. Javier Arcos, gerente y director médico del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, “convertirnos en 2023 en ‘Carbono Neutral’ compensando la totalidad de nuestras emisiones al tiempo que promovemos la conservación de la naturaleza y mejoramos la biodiversidad es un paso más que ratifica nuestro compromiso con la sociedad y con el planeta”. “Todo ello sin renunciar a nuestros elevados estándares de calidad asistencial, sino todo lo contrario, ampliándolos en el ámbito de la responsabilidad ambiental. Porque desde la Fundación Jiménez Díaz entendemos que cuidar del medio ambiente es cuidar de las personas”, añade.
Para obtener la huella del hospital ha sido necesario calcular las emisiones, directas e indirectas, que genera cada departamento hasta estimar un volumen de 9.518 toneladas anuales de CO2 equivalente (CO2e); un cálculo que ha llevado a cabo la compañía CO2 Revolution. Una vez verificada esta cifra, y atendiendo a la cualidad de los árboles de captar el CO2 de la atmósfera, se ha llevado a cabo la reforestación de dos grandes zonas en la provincia de Pontevedra para lograr que estas recuperen su capacidad de actuar como sumideros de carbono y contribuyan de manera directa a la mitigación del cambio climático.
Una segunda oportunidad para Quireza y Vilar
La primera zona de actuación se encuentra en el paraje de Quireza, en el municipio de Cerdedo-Cotobade. Se trata de un monte incendiado que perdió su cubierta forestal arbórea, y donde no se ha producido una regeneración natural del arbolado. La intervención ha consistido en la restauración del bosque autóctono para devolverlo a su estado original. La superficie reforestada alcanza las 16,6 ha, para las que se han empleado predominantemente coníferas (combinadas con otras especies).
La segunda intervención se ha centrado en el espacio natural de Vilar, en el mismo municipio, y consiste en la forestación de un monte desarbolado, combinado con pastos arbustivos y zonas de matorral, donde se ha creado un resplandeciente bosque atlántico de 26,8 ha formado por cedros, abedules, sauces y otras especies adaptadas al terreno, todas ellas autóctonas. En ambas actuaciones se ha utilizado planta forestal con certificado y pasaporte biosanitario.
Un compromiso medioambiental firme
Este nuevo hito se suma al compromiso medioambiental de la Fundación Jiménez Díaz que, desde 2021, desarrolla el programa MAS+ (Medio Ambiente y Salud), un ambicioso plan de acción transversal con el que asume la responsabilidad de reducir sus emisiones a través de diferentes acciones que van desde la promoción de unas prácticas médicas más sostenibles hasta favorecer el transporte sostenible. “Estamos llevando a cabo una gestión ambientalmente responsable de los residuos basada en la reducción, el reciclado y la reutilización de los diferentes materiales. Hemos logrado mejorar la eficiencia energética de nuestros equipamientos, y mantenemos nuestra firme apuesta por la investigación, la digitalización y la innovación en la asistencia médica”, detalla el Dr. Arcos.
A modo de ejemplo, el hospital ha logrado reducir el consumo de papel en un 16,4 por ciento en tan solo dos años, se ha logrado un aumento del 17 por ciento de las consultas no presenciales y se han incrementado notoriamente las reuniones por videoconferencia. Asimismo, se han habilitado aparcamientos de bicicletas y puntos de recarga para coches eléctricos en el recinto y se han incrementado los sistemas de recogida selectiva de residuos farmacéuticos en todas las dependencias con el objetivo de lograr la revalorización de los diferentes materiales de envasado y asegurar la correcta inertización de los compuestos químicos peligrosos para el medio ambiente.
Respecto a las actuaciones hospitalarias, han logrado reducir en un 13,5 por ciento la huella de carbono asociada al consumo hospitalario de inhaladores de uso crónico. Se ha retirado el óxido nitroso -uno de los principales gases de efecto invernadero (GEI)- y se ha disminuido el consumo de desflurano. Actualmente se están desarrollando técnicas para captar, eliminar y reciclar los gases anestésicos.
Por último, en los últimos años se ha procedido a la sustitución programada de los sistemas de climatización por otros más eficientes, se han unificado las producciones de frío para recortar el consumo energético y se incorporado la tecnología LED al 100% de los puntos de iluminación, tanto interior como exterior. Gracias a estas medidas, se ha logrado evitar la emisión de diez toneladas de GEI, lo que equivale a una reducción del 14,07 por ciento del total anual.
El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, fundado hace más de 80 años por el Dr. Carlos Jiménez Díaz, mantiene un concierto con la sanidad pública desde el año 1953, por el que presta servicio sanitario público a la sociedad española.
Siguiendo los compromisos del grupo al que pertenece, Quirónsalud, sus profesionales llevan a cabo labor asistencial, docente e investigadora. Así, mantiene acuerdos con la Universidad Autónoma de Madrid, entre otras entidades, y cuenta con su propia Escuela de Enfermería. Su Instituto de Investigación Sanitaria fue creado en 2009 por Convenio con la UAM y acreditado en 2010 y reacreditado en 2021 por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) para un periodo de cinco años.