‘Una alimentación equilibrada y consciente, junto a una buena adherencia al tratamiento médico, es clave en el control de la gota’. Así inicia el doctor Esteban Rubio, reumatólogo del Hospital Quirónsalud Huelva la explicación de cómo los pacientes que sufren esta enfermedad deben vigilar sus hábitos de vida saludables, especialmente en verano.
La gota, es una enfermedad de alta prevalencia en España. Y es que, según la Sociedad Española de Reumatología, cerca de 880.000 personas la sufren, cifra que va en aumento, con una afectación mayor sobre la población masculina.
Esta patología, que suele presentar una sintomatología muy dolorosa, se trata de una respuesta inflamatoria de articulaciones y tejidos blandos (tendones y espacios articulares) ante la formación de cristales de urato de sodio en estas zonas. Una localización típica y clásicamente identificada por la población es la primera metatarsofalángica del pie, es decir, el dedo gordo del pie, que se inflama y el paciente percibe un gran dolor, hinchazón, quemazón y enrojecimiento de la zona.
Según explica el especialista, ‘la presencia prolongada de un alto índice de ácido úrico en sangre provoca la formación de estos cristales’. La hiperuricemia es la consecuencia de una mala eliminación renal del ácido úrico por alteración genética unida a una sobrecarga en el organismo de urato procedente de una dieta rica en productos diversos como bebidas edulcoradas, alimentos procesados, determinadas verduras ricas en carotenos, mariscos y carnes rojas, así como un consumo elevado de alcohol, especialmente de cerveza. Aclara el doctor Rubio, que la versión no alcohólica de esta bebida ‘también propicia el depósito de ácido úrico en los tejidos por lo que no es recomendable un consumo regular en estos pacientes’.
En verano, y especialmente durante las vacaciones, es habitual descuidar los hábitos saludables tanto a nivel alimenticio, como de la práctica de ejercicio físico, e incluso en los tratamientos médicos, que siempre deben cumplirse según las indicaciones médicas. La deshidratación en uno de los riesgos asociados al verano y el consumo de agua ha de ser siempre la primera opción para ponerle remedio.
Ante un ataque de gota, la recomendación del doctor Rubio, es acudir al servicio de Urgencias donde se administrará al paciente tratamiento frente al dolor agudo y la inflamación. Y una vez en casa, ‘descansar la articulación elevándola para reducir la hinchazón, suprimir de manera inmediata el consumo de alcohol y alimentos ricos en purina e ingerir una cantidad considerable de líquidos (agua, agua con gas, smoothies) a lo largo del día.
Una vez superado el brote es importante ser conscientes de la importancia de estos hábitos saludables y mantenerlos de manera rutinaria como herramientas de prevención de la enfermedad.