La ginecóloga Encarna Santana, del Hospital Quirónsalud Huelva explica y aclara las dudas relacionadas con el tratamiento hormonal sustitutivo (THS) que cada vez más se considera una opción para tratar los síntomas de la menopausia.
Esta fase de la vida de la mujer se produce alrededor de los 45-55 años y está definida por el fin de los ciclos menstruales y de la capacidad reproductiva. El diagnóstico de la menopausia suele darse tras 12 meses consecutivos con ausencia de periodo menstrual.
‘La menopausia es el resultado de una disminución de la función ovárica y su consecuente caída en los niveles de estrógenos y progesterona. Esto provoca numerosos cambios y alteraciones fisiológicas, así como mucha inquietud en la mujer, por ello la primera recomendación es mantener una revisión anual y a la aparición de síntomas, acudir a una consulta específica con su especialista’, explica la doctora Santana.
La (THS) es un tratamiento médico empleado para aliviar los síntomas de la menopausia y prevenir ciertos efectos adversos, consecuencia de la deficiencia hormonal. ‘Podemos decir que el objetivo principal de este tratamiento es reemplazar las hormonas, que, de forma natural por el envejecimiento, el ovario deja de producir’ aclara la especialista.
La prescripción de este tratamiento no ha de ser indiscriminada, el especialista evalúa a cada mujer y establece una pauta adecuada a su edad, estado de salud, hábitos de vida, síntomas menopáusicos, preferencia de la mujer y valoración de riesgos asociados. También es importante trasladarle a la paciente los beneficios de este tratamiento, que son integrales y determinantes para que mantenga su calidad de vida. Entre los que se encuentran:
- Alivio de síntomas vasomotores como sofocos, sudores nocturnos y palpitaciones.
- Sistema cardiovascular. La THS tienen un efecto protector sobre los vasos sanguíneos, ayudando a mantener la función endotelial, reduciendo la vasoconstricción y mejorando el perfil lipídico.
- Sistema óseo: la THS inhiben la resorción ósea mediada por osteoclastos y promueve la actividad de los osteoblastos. Esto ayuda a prevenir la pérdida de masa ósea y reduce el riesgo de fracturas.
- Sistema urogenital: La THS mejora la lubricación vaginal, disminuye la dispareunia y reduce la atrofia vaginal, aliviando síntomas como sequedad y dolor durante las relaciones.
En función de la valoración del especialista, la THS prescrita será la adecuada para la mujer, existiendo varios tipos de tratamiento hormonal, como son:
- Terapia estrogénica. Se utiliza en mujeres que han tenido una histerectomía y por tanto no tienen riesgo de padecer cáncer de endometrio.
- Terapia combinada de estrógenos y progesterona. Indicada en mujeres con útero intacto.
- Tibolona: provista de actividad estrogénica, progestágénica y andrógénica
- Terapias locales, estrógenos y/o prasterona: aplicados directamente en vagina. Se utiliza para síntomas vaginales y urogenitales como la sequedad, irritación y dolor durante las relaciones.
‘La valoración exhaustiva del especialista es importantísima, ya que los riesgos del tratamiento hacen que no todas las mujeres puedan recibirlo’ recalca la doctora Santana. Existen contraindicaciones en los siguientes casos:
- Mujer que ha padecido o padece cáncer de mama.
- Mujer paciente de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
- Mujer que ha sufrido una trombosis venosa profunda.
- Mujer con patología hepática.
- Diabetes: la THS no se recomienda en pacientes con diabetes mal controlada.
Además, de manera general no está indicado en mujeres mayores de 65 años.
Como conclusión, la especialista recomienda apoyar esta terapia hormonal con el mantenimiento de una dieta basada en frutas, verduras y proteínas vegetales, evitando el consumo de grasas saturadas y pautando el ejercicio físico moderado un mínimo de 3 veces en semana.