Los términos que se utilizan para hacer referencia alas líneas de expresión que aparecen con el paso de los años en la piel, son diversas: arrugas, rayas, surcos, líneas, frunces, pliegues, dobleces. Las arrugas generan sentimientos diferentes, hay personas que se enamoran de ellas, como recuerdo de una vida recorrida, haciendo alusión a que la arruga es bella, y otras que se preocupan por disimularlas.
Desde las civilizaciones antiguas, hasta nuestros días, han sido muchos los ungüentos, destrezas, técnicas y productos que se han desarrollado buscando un efecto antiarrugas. Como continuación a esta búsqueda por “borrar” la arruga, en la actualidad, la popularización de los autorretratos (selfies) y las redes sociales, ha aumentado la conciencia sobre las mismas y la posibilidad de ocultarlas.
En respuesta a esta demanda, se han desarrollado herramientas y aplicaciones que permiten aplicar filtros y efectos especiales en las fotografías, permitiendo suavizar las arrugas y líneas de expresión, ofreciendo la ilusión de una apariencia más juvenil y sin imperfecciones. Esta evolución en la tecnología ha influido en las percepciones de la belleza y en la forma en que nos presentamos a nosotros mismos y a los demás.
Las arrugas son una de las principales preocupaciones de los pacientes, de hecho, “ocupan gran parte de nuestras consultas de Medicina Estética en la Fundación Jiménez Díaz”., señala la Dra. Victoria Trasmonte. “Nuestro objetivo se centra en promover la belleza natural basándonos en la prevención, poniendo en práctica técnicas que respeten los gestos, sin cambiar la expresión y siempre eligiendo productos de última generación con gran resistencia y capacidad de adaptación a los tejidos. Este es, en resumen, nuestro sello de calidad”.
Además, apunta que, “nuestros pacientes acuden a nosotros buscando la seguridad que aporta el entorno hospitalario y la confianza de una medicina basada en el cariño y la atención personalizada, como marca personal. Cada paciente tiene una historia y un motivo que le lleva a acudir a nuestro centro. Algunos, tan curiosos y entrañables como el de aquella madre que decidió dar el paso tras ver cómo su hijo de 5 años la dibujaba con 3 líneas en la frente o, en otro caso, para aliviar la angustia de su nieta, que intentaba borrar las líneas de la piel de su abuela en las que veía reflejada su fragilidad”.
¿Arrugas dinámicas o estáticas?
El tratamiento con ácido hialurónico es diferente dependiendo de si las arrugas son dinámicas o estáticas.
Hablamos de arruga dinámica cuando nos referimos a la que aparece cuando realizamos ciertos gestos. Es aquella que se encuentra alrededor del labio cuando lanzamos un beso, alrededor de los ojos al sonreír, sobre las cejas ante una sorpresa y en el entrecejo, cuando nos enfadamos o estamos preocupados. La arruga estática es aquella que se marca aun sin gesticular, continúa marcándose ese surco en la superficie en la piel. En el primer caso, arrugas dinámicas, nos basaremos en tratamientos preventivos y de mantenimiento, en el segundo debemos tratar la piel para disimular las marcas que ésta presenta.
Hay diversos factores que favorecen que la arruga se marque antes, o de una manera más acentuada. La suma: agentes internos (genéticos o no) y externos (radiación solar, la contaminación, el tabaco, la nutrición, la temperatura, el estrés y la falta de sueño), así como, la respuesta del cuerpo a todos ellos, forman el exposoma que incide determinantemente en el envejecimiento de la piel.
Los motivos por los que la piel deja de repararse tras cada movimiento repetido y empieza a dejar marca estática, que no desaparece en reposo, son múltiples. Por ejemplo, los fibroblastos pierden la capacidad de regeneración y sintetizan con mayor lentitud el colágeno y la elastina a medida que se envejece. Por ello se desencadena una pérdida de la calidad cutánea progresiva, una menor capacidad de reparación ante el daño oxidativo del ADN y una pérdida de la función de soporte de la piel. Sin olvidar que la grasa y el hueso también pueden reabsorberse de la misma manera con el paso de los años.
“Nuestro trabajo, como especialistas, es ofrecer orientación para prevenir los factores modificables que influyen en este proceso y retrasar la progresión de la arruga dinámica, evitando la aparición de la arruga estática y apostando por un envejecimiento saludable de la piel”,declara la Dra. Trasmonte.
El poder del Ácido Hialurónico.
Para conservar la armonía facial y realizar una prevención completa, o abordaje del envejecimiento, de manera natural y sutil, se utiliza el ácido hialurónico con 4 objetivos distintos:
- Hidratar y revitalizar. El “beauty booster”. El efecto en la piel consiste en potenciar la acción de las células regeneradoras reestructurando el tejido, consiguiendo hidratación profunda, efecto antioxidante y una redensificación de la dermis sin crear volumen. “Para este tipo de tratamiento laboratorios Teoxane disponen entre sus productos el aliado perfecto.” afirma la Dra. Trasmonte.
- Restablecer la piel degradada. Se usa ácido hialurónico específico para tratar finas líneas y arrugas superficiales en áreas movibles como la región perioral o periocular. Devuelve el tejido mullido sobre el que descansaba la piel antes de que se dañase por el pliegue recurrente de la misma zona.
- Restaurar el soporte óseo y de los compartimentos grasos gracias al depósito de ácido hialurónico en zonas estratégicas de hundimiento que restarán sombras para aportar puntos de luz.
Todos estos tratamientos pueden realizarse en cualquier época del año basándose en la armonía facial, respetando las proporciones y la expresión del rostro. Gracias al desarrollo de ácidos hialurónicos específicamente diseñados para adaptarse a la dinámica facial, la integración es homogénea en el tejido tras su colocación.
El concepto de buen envejecimiento invita a sumar años con orgullo y naturalidad, fomentando el autocuidado y la salud, piezas fundamentales de la felicidad.