Más de 900 especialistas se reúnen desde hoy en Madrid, en el marco del 49 Congreso de la Asociación Española del Estudio del Hígado (AEEH) para debatir sobre los principales retos en relación con el abordaje de las patologías del hígado, con una prevalencia que no deja de crecer en España y una incidencia cada vez mayor a edades tempranas, algo que preocupa especialmente a los hepatólogos y que se relaciona principalmente con el consumo de alcohol. De ahí que el presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), Manuel Romero, no haya dudado hoy en calificarlo como el gran enemigo a batir para la salud hepática de los españoles y particularmente de los jóvenes.
En este sentido, los expertos de la AEEH han considerado “una muy buena noticia” el anuncio por parte del Ministerio de Sanidad de la elaboración de un Anteproyecto de Ley para prevenir el consumo de alcohol en menores de edad, y con el objetivo específico de contribuir a un cambio cultural que modifique la percepción del riesgo de las bebidas alcohólicas. Según los datos de la encuesta Estudes del año 2023, más del 70% de los menores entre 14 y 18 años habían consumido alcohol en los últimos doce meses y algo más de la mitad lo habían consumido en los últimos 30 días. Los hepatólogos urgen a las administraciones a armonizar sus normativas y a adaptarlas a las directrices comunitarias, así como a delimitar las competencias de forma clara para que se cumplan de manera efectiva, pues “de ello depende en gran medida la evolución de las enfermedades hepáticas en España”.
Los especialistas alertan de que los patrones de consumo de los jóvenes son especialmente peligrosos, pues conjugan un mayor riesgo con una menor percepción del mismo. Así, por ejemplo, los efectos de la práctica del Binge Drinking (ingesta de grandes cantidades de alcohol en pocas horas), tan común en los jóvenes en fines de semana, pueden ser más perjudiciales para la salud hepática que un consumo moderado. Sin embargo, paralelamente, cada vez está más extendida la falsa convicción de que un consumo puntual, aunque desmesurado, tiene menos riesgos.
Necesidad de un Plan Nacional de Salud Hepática
Los hepatólogos consideran, sin embargo, que esta iniciativa por sí sola quedará “coja” si no se une y va acompañada de un Plan Nacional de Salud Hepática que dé una respuesta integral a la creciente prevalencia e incidencia de las patologías del hígado y en general al cambio de paradigma en su evolución y etiología, con un creciente protagonismo de la esteatosis hepática metabólica (EHmet), asociada a obesidad y diabetes tipo 2, y popularmente conocida como hígado graso, y de la enfermedad hepática relacionada con el consumo de alcohol. De ahí que desde la AEEH se vaya a presentar al Ministerio de Sanidad un planteamiento estratégico global, con un horizonte temporal de ocho años, que finaliza en 2032, e identifica quince objetivos cruciales, clasificados en cinco ámbitos estratégicos (investigación, educación, salud pública, modelos asistenciales y digitalización) y tres grandes áreas de actuación (prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento). El documento que los hepatólogos harán llegar al Ministerio, y en el que ha trabajado un equipo multidisciplinar de más de 60 expertos, aborda de manera conjunta y actualizada todas las enfermedades hepáticas, incluyendo también por supuesto las hepatitis virales, el cáncer de hígado y el trasplante de hígado. “Su asunción por parte del Ministerio de Sanidad y su implantación por parte de las comunidades autónomas supondría un salto cualitativo importante que realmente necesitamos”, ha explicado hoy el presidente de la AEEH, Manuel Romero.
“Nos parece que la sociedad es, en general, poco consciente de la epidemia silenciosa que representan las enfermedades de hígado, las cuales se relacionan con estilos de vida y alimentación escasamente saludables y que sin embargo están cada vez más normalizados. En este sentido, resulta necesario abordar de forma muy seria el consumo de alcohol a edades cada vez más tempranas, pues es ya la primera causa de desarrollo de cirrosis y de necesidad de trasplante hepático. Pero igualmente, es necesario abordar y corregir la progresión (general en la población y particularmente entre los jóvenes) del hígado graso, que afecta ya a más de 10 millones de españoles, de los que cerca de dos millones presentarían inflamación del hígado (esteatohepatitis) y, de ellos, 400.0000 presentarían ya una cirrosis hepática”, ha comentado este especialista.