La mamografía con contraste se consolida como la mejor técnica para obtener diagnósticos más tempranos en cáncer de mama

El 25% de las mujeres de más de 40 años que precisan realizarse una prueba médica no han acudido a ninguna en los 2 últimos años, mientras que cerca del 40% de las que lo han hecho, nunca se han realizado una mamografía. Sin embargo, la mamografía es la técnica más eficaz para poder detectar el cáncer de mama de manera precoz, y desde que la Federación Europea de Industria Farmacéutica y Asociaciones (EFPIA) aprobase la mamografía con contraste en 2011, esta se ha consolidado como la mejor técnica para la obtención de diagnósticos más tempranos.

En el marco del 6º Congreso Español de la Mama, GE HealthCare ha organizado la ponencia ‘Mamografía con contraste: desde el análisis diagnóstico hasta las técnicas de intervención’, a cargo del Dr. Rodrigo Alcántara, jefe de la Unidad de Radiología Mamaria del Hospital del Mar de Barcelona, en la que se ha puesto en valor las ventajas de esta técnica, se han repasado sus principales indicaciones y trasladado algunos casos prácticos.

La mamografía con contraste es una técnica que utiliza un medio de contraste yodado y ofrece dos imágenes: una de baja energía, al igual que una mamografía convencional, que aporta la información morfológica; y la imagen recombinada, que incluye la información funcional o perfusional, que detalla la vascularización. 

En palabras del Dr. Alcántara, esto es especialmente ventajoso en la práctica clínica, ya que “durante el proceso tumoral, se produce el aumento y la formación de una microvascularización que es muy porosa, imperfecta y que permite que —a través de esta técnica— el contraste administrado se vea y se difunda por el tejido tumoral, a diferencia del tejido glandular que tiene más resistencia para esto”.

La mamografía con contraste se considera dual o espectral porque durante su ejecución se realizan dos espectros de radiación, lo que la sitúa como alternativa a la resonancia magnética. Además, permite adelantar el proceso diagnóstico al obtener la imagen de baja energía y vascular en la misma cita médica, con las ventajas que eso supone para las pacientes, como detectar el cáncer de mama en su fase más temprana, reducir el miedo y la incomodidad de las pacientes y, al mismo tiempo, personalizar la atención en función de los factores de riesgo individuales de cada una.

Aunque se prevé que en los próximos años aparezcan estudios y publicaciones que avalen nuevas indicaciones, por el momento la mamografía con contraste se indica en casos de estadificación preoperatoria, respuesta a la neoadyuvancia, Problem Solving Tool, cribado de riesgo intermedio y alto, contraindicaciones para resonancia magnética y guía para intervencionismo.

Durante el congreso, GE HealthCare ha contado con expertos para hablar de otros temas como el papel que juega el radiólogo en el manejo del cáncer de mama, especialmente en la utilización de la ecografía;  el Circuito de Diagnóstico Rápido (CDR), un protocolo clínico para que las pacientes reciban atención desde que consultan hasta que tienen su primer tratamiento en menos de 28 días; las ventajas de las redes sociales para transmitir información sobre los avances técnicos; así como la revisión de las nuevas herramientas tecnológicas en este campo.

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