La migraña es la tercera enfermedad más común y la patología neurológica más frecuente en Atención Primaria. Afecta, mayoritariamente, a las mujeres -tres veces más que a los hombres-, en edades comprendidas entre los 15 y 49 años, una etapa que suele coincidir con una situación de alta productividad académica/laboral y desarrollo familiar. Se erige en la segunda causa de discapacidad en todo el mundo, y la primera en mujeres jóvenes. De ahí que el impacto de esta enfermedad neurológica, que en España afecta a más de cinco millones de personas, tenga consecuencias en todas las esferas de la vida, según se ha puesto de manifiesto en el I Seminario Lundbeck de Migraña, “La Vida Interrumpida”, celebrado hoy en Sevilla.
El 49 % de las personas con migraña consideran que podrían ser mejores parejas sentimentales si no padecieran migraña y el 38,6% de quienes tienen hijos creen que la migraña afecta a su capacidad parental. Según la doctora Carmen González Oria, Coordinadora del Plan Andaluz de Cefaleas y Jefa de Sección de Neurología en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, “la migraña puede llegar a suponer retrasos en los embarazos, tomar la decisión de no tener hijos o reducir el número de los deseados. Las personas con migraña sufren mucho porque su enfermedad puede condicionar la vida de su familia. Presentan ansiedad anticipatoria de las crisis, a veces no gestionan bien el dolor y, si las crisis son frecuentes, pueden tener comorbilidad psiquiátrica asociada con una merma de su bienestar personal. Además, sus parejas tienen más ansiedad que la población general».
Entre las principales repercusiones en la vida laboral, el 32,7% de las personas con migraña refieren que la enfermedad ha afectado a su carrera profesional y el 22,8% tienen miedo a perder su trabajo, mientras que los estudiantes universitarios consideran que la migraña repercute negativamente en su expediente académico.
Como ha explicado la Dra. González Oria, “la migraña afecta tanto a nivel laboral como académico, por absentismo o presentismo. La población trabajadora llega a perder su empleo o no puede ascender por padecer migraña, mientras que los estudiantes pierden días lectivos por la enfermedad y cuando asisten con crisis tienen una disminución del rendimiento”.
Al elevado coste personal, familiar y social que acompaña a la migraña se añade también el económico. Según el Proyecto Eurolight -encuesta realizada en 10 países europeos- los costes directos e indirectos atribuibles a la migraña se sitúan en 111.000 millones de euros al año, mientras que el coste medio anual de la migraña por persona se estima en 1.222 euros, de los que el 93% corresponde a costes indirectos, tales como la pérdida de productividad.
Para la Dra. González Oria, “el coste de la migraña se reduciría con un diagnóstico precoz y con el tratamiento sintomático adecuado de las crisis para reducir la discapacidad que provocan. La fluidez en la ruta asistencial, la llegada precoz a las Unidades de Cefalea y el uso también precoz de fármacos preventivos de segunda línea llevaría a una reducción de la frecuencia de crisis y de la discapacidad. Todo esto derivaría en una menor cronificación, comorbilidad asociada y discapacidad, lo que reduciría los gastos directos e indirectos”.
Migraña, mucho más que un dolor de cabeza
La migraña, por tanto, es mucho más que un dolor de cabeza. “La cefalea es uno de los síntomas, pero se pueden presentar náuseas y vómitos, molestias ante toda actividad y estímulos como la luz y el ruido. Además, las personas con migraña pueden padecer cuadros de vértigo con más frecuencia que el resto de la población y presentan mayor riesgo de tener otras enfermedades. Podemos decir que tienen un cerebro distinto, un cerebro migrañoso”, ha asegurado el Dr. Jesús Porta-Etessam, Jefe de Sección de Neurología en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Durante su intervención en el Seminario Lundbeck ha aclarado que los factores desencadenantes de la migraña “no son la causa de las crisis. Aunque hay algunos frecuentes, como relajarse tras el estrés o los cambios de tiempo u hormonales, la mayoría de las personas tienen los suyos específicos e, incluso, hay quien no describe ninguno”.
Con el fin de evitar la cronificación de la enfermedad, el Dr. Porta-Etessam ha señalado la importancia de “las medidas de higiene de sueño y de estilo de vida adecuadas, con un buen descanso nocturno y una vida ordenada, así como evitar la automedicación”.
La automedicación está presente porque hasta el 30% de las personas con migraña o cefalea dudan a la hora de buscar ayuda médica. ¿Los motivos? El principal, para el 9,1%, no creer que sea algo lo suficientemente serio o doloroso; el 7% piensa que los medicamentos u otros tratamientos sin receta médica funcionan suficientemente bien, el 6,9% quiere intentar manejarlo por su cuenta y el 6,6% teme que su migraña o cefalea no sea tomada en serio.
En este sentido, la automedicación y el uso excesivo de medicación para la sintomatología de las crisis de migraña deben tenerse en cuenta, “especialmente el uso de opiáceos y analgésicos simples, que además de ser poco eficaces, podrían facilitar la cronificación”, ha manifestado el Dr. Porta-Etessam, quien recomienda “consultar con el neurólogo para valorar un tratamiento preventivo adecuado si aumenta la frecuencia, duración de la crisis o no se responde al tratamiento”.
Cambio de paradigma en el tratamiento de la migraña
Quienes viven con migraña se enfrentan a un largo camino hasta llegar al diagnóstico, que suele demorarse más de seis años, tras su paso por Atención Primaria y Especializada. Aun así, no todos llegan, ni tampoco de forma temprana, a las Unidades de Cefalea, que, por otro lado, no están presentes en todas las comunidades autónomas.
Ese retraso diagnóstico se debe a un problema multifactorial, tal y como ha afirmado la Dra. Patricia Pozo-Rosich, Jefa de Sección de Neurología y responsable de la Unidad de Cefalea del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, ya que “los pacientes no siempre consultan y, cuando lo hacen, los médicos no siempre les hacen caso, por lo que se sienten poco atendidos y tratados. Entre los neurólogos existe también falta de interés sobre esta patología y escasez de profesionales, lo que se traduce en una falta de priorización del sistema”.
Esta experta llama la atención sobre la necesidad de que tanto “Atención Primaria como Especializada realicen un diagnóstico y tratamiento adecuados y en el momento necesario, para lo que es fundamental la educación del paciente”.
El correcto tratamiento de la migraña mejora la calidad de vida. Una estrategia terapéutica eficaz combina medidas farmacológicas y no farmacológicas. Tras los tratamientos orales utilizados hasta ahora para la prevención de la migraña, medicamentos no diseñados específicamente para prevenir esta enfermedad, se han desarrollado nuevas opciones terapéuticas más específicas y mejor toleradas, pero ha sido el desarrollo de los anticuerpos monoclonales anti-CGRP el que ha supuesto un cambio de paradigma en
el tratamiento de la migraña por su posología más cómoda, su eficacia y tolerabilidad.
Para la Dra. Pozo-Rosich, “los anticuerpos monoclonales anti-CGRP son un tratamiento diseñado para la migraña, pensando en su fisiopatología, además de ser rápido, eficaz y tolerable, garantizando la adherencia del tratamiento”.
En España, los anti-CGRP están indicados para la prevención de la migraña en adultos con al menos 4 días de migraña al mes (DMM) y su financiación se restringe a personas con 8 o más DMM, con tres o más fracasos de tratamientos utilizados previamente, durante al menos 3 meses, por lo que, en la práctica clínica, su uso queda relegado a las últimas líneas de tratamiento.
A diferencia de los tratamientos preventivos orales, la respuesta terapéutica se inicia de forma muy temprana, ya en la primera semana, e incluso antes, desde el primer día, como sucede tras la utilización de eptinezumab20, el único anti-CGRP de administración intravenosa trimestral, que se ha incorporado recientemente al arsenal terapéutico para el manejo preventivo de la migraña en España, que también ha demostrado un efecto sostenido en las reducciones de días de migraña al mes. En palabras de la Dra. Pozo-Rosich, “eptinezumab aporta rapidez, eficacia y un efecto sostenido, además de garantizar la correcta administración por parte de un profesional sanitario cada 12 semanas».
La prevención de la migraña se recomienda para lograr objetivos como la reducción de la frecuencia, gravedad, duración y discapacidad asociada de las crisis; mejorar la respuesta a la medicación sintomática de las crisis y evitar el aumento injustificado de su uso con la consiguiente pérdida de efectividad; mejorar la calidad de vida relacionada con la salud; y reducir el sufrimiento, los síntomas psicológicos y los costes globales asociados.
La vida interrumpida de Inmaculada
Esa vida interrumpida por la migraña la conoce bien Inmaculada Martín, secretaria de la junta directiva de AEMICE y delegada de Andalucía, al igual que la falta de empatía y sensibilidad social existentes hacia quienes viven con esta enfermedad del cerebro. “Cuando tienes un ataque de migraña que te incapacita hasta tener que meterte en la cama y anular todo lo que estabas haciendo, ya sea ausentarte del trabajo, dejar de ir a una cena con amigos o no asistir a la graduación de tu hija, la gente cuestiona el impacto de la enfermedad.
La sociedad banaliza la migraña porque la considera un dolor de cabeza común”, ha asegurado. Para combatir esta situación, cree necesario “concienciar y visibilizar la migraña para que sea percibida como lo que es, una enfermedad neurológica”. Pero no solo eso, también llama la atención sobre la necesidad de que “los organismos públicos reconozcan la migraña como una enfermedad crónica y discapacitante para dotar de protección social a las personas con migraña”.
Su consejo para quienes acaban de recibir un diagnóstico de esta enfermedad: “informarse bien sobre la enfermedad, porque ayudará a comprenderla y manejarla mejor, mantener una comunicación fluida con su médico/a y un estilo de vida saludable”.