“La intervención del médico de familia es fundamental en la detección y prevención del riesgo suicida en los meses previos al intento” 

La estudiante de Medicina Ana Cristina Ruiz Morales eligió este tema porque, además de ser actual y relevante, tiene un significado muy personal para ella. «Viví la pandemia de 2020 siendo adolescente y fui testigo de cómo la salud mental de muchos de mis compañeros se vio gravemente afectada. En muchos casos, esta situación solo fue advertida por sus padres, lo que me hizo reflexionar sobre quién desempeña ese rol de detección en el caso de los adultos. Llegué a la conclusión de que, salvo que la persona pida ayuda de manera explícita, el único profesional sanitario que mantiene un contacto continuado y cercano con los pacientes y que podría detectar algún signo de alarma, es el médico de familia. Por eso, quise analizar su papel en la identificación de riesgos de suicidio».

Las principales conclusiones a las que llega su comunicación indican que, si bien el número de suicidios en España parece haber disminuido en los últimos años, el suicidio continúa siendo un grave problema de salud pública. Se evidencia que la intervención del médico de familia puede desempeñar un papel fundamental en la detección y prevención del riesgo suicida, tanto por su relación cercana y de confianza con los pacientes como por la elevada frecuencia con la que estos acuden a Atención Primaria en los meses previos al intento. Sin embargo, algunos profesionales de este nivel asistencial «no se sienten suficientemente formados para afrontar estas situaciones», y en ocasiones existe desconocimiento de los protocolos de actuación ante pacientes con ideación o conducta suicida. «Esta falta de preparación se hace aún más evidente en el abordaje de adolescentes, un grupo especialmente vulnerable en el que los profesionales manifiestan una menor seguridad para intervenir de forma adecuada».

Según la autora, a la hora de darle el premio el comité valoró el análisis de un problema psicosocial de gran relevancia, como es el suicidio, que afecta no solo a los pacientes, sino también a los propios profesionales de la salud y a su entorno. «La comunicación premiada abordó un tema delicado, pero necesario, que impacta de forma transversal en todas las especialidades médicas y que a menudo se invisibiliza. El enfoque puesto en el rol del médico de familia como figura clave en la detección del riesgo suicida contribuyó a resaltar la importancia de mejorar la formación y los protocolos en Atención Primaria, lo cual probablemente fue bien recibido por el comité científico de los premios por su aplicabilidad y urgencia en la práctica clínica diaria».

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