Atención Primaria y Oftalmología, de la mano para abordar la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)

En el marco del 46º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) se ha puesto de relieve la importancia del papel de los médicos de Atención Primaria en el manejo de la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), la principal causa de ceguera en personas mayores de 55 años.

Con una prevalencia que varía entre el 0,2% y el 5,4% en personas de entre 60 y 85 años, y que alcanza cifras del 12% al 30,8% en mayores de 85 años, la DMAE se presenta como un desafío creciente en el ámbito sanitario, especialmente debido al envejecimiento constante de la población. Aunque las causas exactas de la DMAE aún se desconocen, múltiples factores de riesgo, como la edad, el tabaquismo, la genética y la exposición a la luz solar, complican su abordaje.

En este contexto, los médicos de Familia, primer punto de contacto con los pacientes, son clave en la detección de los síntomas iniciales, como las alteraciones en la visión central o dificultades para leer, así como en el reconocimiento de los factores de riesgo asociados, para garantizar un diagnóstico preciso y asegurar un tratamiento oportuno.

El Dr. Francisco Jesús Morales Escobar, Coordinador del Grupo de Trabajo de Oftalmología y Otorrinolaringología de SEMERGEN, y el Dr. Álvaro Fernández-Vega González, especialista del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, han desarrollado un taller sobre DMAE para mejorar el manejo del paciente desde la Atención Primaria y los servicios de Oftalmología.

Según el Dr. Morales Escobar, “el papel del médico de Familia es primordial para encauzar esta patología. Debemos ser proactivos, preguntar a nuestros pacientes, adelantarnos a la enfermedad y tratar de paliar sus efectos con una derivación adecuada. Hay que prepararse para ofrecer una medicina preventiva a las personas que acuden al sistema sanitario y así devolver todo lo que esta Sociedad nos ha brindado”.

La Degeneración Macular Asociada a la Edad se detecta normalmente en fases avanzadas teniendo, en consecuencia, un peor tratamiento. Por ello, vemos fundamental trabajar de la mano de atención primaria para que dispongan de toda la información necesaria para detectar y tratar lo antes posible esta enfermedad”, explica el Dr. Álvaro Fernández-Vega González.

Una mirada a los factores de riesgo de la DMAE

Aunque se desconocen sus causas, los diferentes factores de riesgo y el continuo envejecimiento de la población, hacen que el abordaje de la DMAE sea complejo.  La edad es una de las principales variables asociadas con esta patología, ya que a medida que las personas se hacen mayores, diferentes células del cuerpo, incluidas las de la retina, pierden eficiencia en su función. Esto incluye la capacidad de eliminar agentes externos y reparar el daño ocular, lo que puede contribuir al desarrollo de la DMAE.

Otro factor es la predisposición genética. Por ejemplo, la prevalencia de DMAE es mucho más alta en la raza blanca que en la raza negra, ya que algunas personas pueden tener genes que los hacen más susceptibles a desarrollar esta enfermedad a medida que envejecen. En concreto, alrededor del 39% de pacientes de raza blanca son portadores de estos genes, mientras que en pacientes de raza negra es del 31% y en pacientes asiáticos es solo el 7%.

Por otro lado, el tabaquismo es el principal factor ambiental asociado a la DMAE. Varios estudios han demostrado un aumento del riesgo de la progresión de esta patología en fumadores activos, ya que el humo del tabaco contiene ciertos elementos que pueden acumularse en el epitelio pigmentario de la retina, la primera línea de defensa contra la DMAE, afectándola significativamente. También existen otros factores de riesgo como antecedentes de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, obesidad y llevar una dieta llena de grasas y baja en antioxidantes y zinc.

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