El Laboratorio de Investigación en VIH y Hepatitis Virales del Hospital Universitario Rey Juan Carlos -perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid-, integrado en el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD), ha publicado recientemente tres artículos en revistas científicas que avalan su trabajo y actividad en varias áreas relevantes, como las enfermedades infecciosas, entre ellas el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y la investigación en los mecanismos responsables de su latencia y persistencia; las interacciones patogénicas con otras entidades como el cáncer o coinfecciones con otros virus; y la comprensión del control natural del VIH en casos excepcionales.
VIH y cáncer
Concretamente, la revista científica Frontiers in Immunology ha publicado recientemente el estudio “Immune checkpoint inhibitors as potential therapy for reverting T cell exhaustion, and reverting HIV latency in PLWH”, que realiza un “análisis exhaustivo sobre el papel de la inmunoterapia basada en los inhibidores de moléculas conocidas como ‘puntos de control inmunitario’ como tratamiento, no solo en la remisión del cáncer en las personas que viven con el VIH, sino también como una intervención terapéutica para restaurar la respuesta inmunológica contra el VIH, revertir la latencia del VIH y lograr una cura funcional de la infección por el VIH”, explica la Dra. Norma Rallón, investigadora del citado equipo y líder de este estudio junto al Dr. Jesús García-Foncillas, jefe del Departamento de Oncología Médica del hospital mostoleño y de la Fundación Jiménez Díaz y director de su instituto oncológico, OncoHealth.
El sistema inmunológico de las personas que viven con el VIH está expuesto de forma persistente al virus, lo que provoca una inflamación generalizada en su organismo, pese a estar en tratamiento frente al mismo. Desafortunadamente, este medio inflamatorio disminuye las funciones de las células T (fundamentales en la respuesta inmunológica frente al virus), y favorece su agotamiento. Todo ello conduce a la progresión de la enfermedad. Las células T agotadas muestran en la superficie celular una sobreexpresión de las moléculas conocidas como “puntos de control inmunitario”, que se conocen como PD-1, CTLA-4, TIM-3, TIGIT, LAG-3, y no solo desempeñan un papel crucial en el agotamiento de las células T al reducir la respuesta inmunológica frente al VIH sino también frente al cáncer. Por ello, señala, la Dra. Rallón, “el tratamiento basado en la inmunoterapia que inhibe estas moléculas de ‘puntos de control inmunitario’ ha revolucionado, para bien, el tratamiento de diversos tipos de cáncer”.
Por todo ello, y dado que las personas que viven con el VIH tienen un mayor riesgo oncológico -continua-, ha aumentado el interés por explorar esta inmunoterapia en el entorno de la población que vive con el VIH y que, además, tiene algún tipo de cáncer. Hasta la fecha, la investigación sobre este tema sugiere que la inmunoterapia basada en inhibir las moléculas de ‘puntos de control inmunitario’ en las personas que viven con el VIH “podría ser una intervención terapéutica segura y eficaz, no sólo en la remisión del proceso oncológico, sino como tratamiento para mejorar la respuesta inmunológica contra el VIH, e incluso revertir la latencia del virus y, potencialmente, lograr una cura funcional de la infección”, apunta.
Control natural del VIH en casos excepcionales
Por otra parte, el equipo de investigación del Rey Juan Carlos, en colaboración con el Dr. Salvador Resino, de la Unidad de Infección Viral e Inmunidad del Centro Nacional de Microbiología (Instituto de Salud Carlos III), y otros grupos de investigación españoles, ha publicado en la revista científica Journal of Medical Virology los resultados de los estudios “IL7RA rs10491434 polymorphism is related to spontaneous HIV infection control in naïve HIV-infected patients: A retrospective study” y “IRF5-TNOP3 polymorphisms are associated with elite control of HIV infection: A retrospective study”, en el marco de la investigación para conocer los mecanismos responsables de la capacidad de controlar el virus de forma natural en casos excepcionales de personas que viven con el VIH.
Menos del 1 por ciento de las personas que viven con el VIH mantienen el control del virus sin necesidad de recibir tratamiento, los llamados “controladores de élite”. Por ello, desentrañar las características inmunológicas y genéticas, entre otras, de estos casos excepcionales suponen hallazgos claves en la búsqueda de mejores estrategias terapéuticas dirigidas a alcanzar una “cura funcional” (condición en la que la persona infectada puede controlar el virus sin necesidad de tratamiento antirretroviral de por vida) en el resto de las personas que viven con el VIH pero requieren tratamiento de por vida (más del 99 por ciento de los infectados), comenta la Dra. Rallón, que también figura entre los investigadores líderes de estos estudios.
“Y es que el principal reto que hemos tenido en estas cuatro décadas de pandemia del VIH -enfatiza la especialista- es la condición crónica de esta infección”. El tratamiento antirretroviral combinado es la mejor herramienta de la que se dispone para hacer frente a esta infección, ya que ha reducido drásticamente la morbilidad y mortalidad por VIH. Sin embargo, este tratamiento no es curativo, y las personas que viven con el VIH requieren tratamiento de por vida debido a la cronicidad de la infección que se debe al establecimiento de la latencia viral o reservorio del VIH en las células T CD4, fundamentales en la respuesta inmunológica y principal diana del virus para establecer la infección y la latencia que le permite permanecer en un estado quiescente sin ser detectado por la respuesta inmune ni por los fármacos.
Desafortunadamente, hasta la fecha, no se ha encontrado la cura de esta infección; no existe vacuna ni tratamiento que lo erradique para siempre. Los cuatro casos de curación que se conocen son totalmente particulares de personas que, por tener neoplasias hematológicas, recibieron un trasplante de células madre hematopoyéticas de donantes cuyas células tenían una condición que las hacia “resistentes” a la infección por el VIH. Así, esta estrategia es inaccesible como estrategia terapéutica mundial para la erradicación del VIH, quedando solo restringida a muy escasos y muy particulares casos, y sin olvidar que el trasplante de células madre hematopoyéticas es complejo y tiene un alto riesgo de morbilidad y mortalidad.
Por todo ello, y dado que el enfoque terapéutico más realista, hasta la fecha, es la búsqueda de la cura funcional, los hallazgos de estos dos estudios suponen valiosa información para el conocimiento de factores que contribuyen a ese control natural excepcional. Y es que cierta condición (polimorfismo) en genes (gen IL7RA, y los genes adyacentes IRF5 yTNPO3), que están relacionados con la regulación de la respuesta inmunológica, favorece tener el “control natural excepcional de la infección VIH”, añade la investigadora.
“El trabajo de este equipo de investigación es posible gracias a la colaboración de cada uno de los voluntarios y pacientes participantes en el estudio, al personal sanitario que se involucra en cada investigación, al apoyo de las entidades financiadoras (Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades -Instituto de Salud Carlos III; y Gilead Sciences -Convocatoria de Becas Gilead a la Investigación Biomédica) y a nuestros centros de trabajo (el IIS-FJD, la Fundación Jiménez Díaz y el Hospital Universitario Rey Juan Carlos), y especialmente a las colaboraciones con diferentes centros de investigación”, concluye la Dra. Rallón.