La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER) consideran que el conjunto de medidas propuesto recientemente por el Ministerio de Sanidad para el control del tabaquismo son insuficientes para resolver la situación actual de esta enfermedad en España y alertan sobre esta situación, reivindicando la reactivación del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo en su forma más completa, y que durante más de dos años su aprobación se ha mantenido estancada por el Ministerio de Sanidad.
“El tabaquismo es una enfermedad crónica que en España causa más de 56.000 muertes cada año, lo que equivale a más de 1.000 defunciones cada semana”, recuerda el Dr. Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del Comité Ejecutivo del Área de Tabaquismo de la SEPAR. La Encuesta sobre alcohol y otras drogas de España (EDADES) refleja que casi un 70 % de la población ha fumado alguna vez y un 33 % fuma diariamente. Esta cifra supera la de los últimos años y señala que el tabaquismo sigue siendo en nuestro país el principal problema de salud pública. “Ante esta grave situación urge poner en marcha una nueva Ley para el control del tabaquismo”, incide el Dr. Rábade.
La falta de financiación de algunos tratamientos implica que cada año 53.476 fumadores se quedan fuera del tratamiento de deshabituación tabáquica. Actualmente, en un escenario no financiado de todos los tratamientos farmacológicos de cesación tabáquica en pacientes con enfermedades crónicas (EPOC, D. Mellitus o enfermedades cardiovasculares) dejan de fumar 15.208 pacientes con un ahorro estimado de 14,6 millones de euros.
No obstante, en un escenario de financiación de todos los fármacos de cesación tabáquica, habría más pacientes que intentarían abandonar el tabaco y más posibilidades de éxito puesto que dichos tratamientos podrían llegar a más personas, alcanzando los 68.684 pacientes, lo cual generaría un ahorro económico estimado de 36,6 millones de euros en cinco años. En estudios publicados sobre el escenario futuro con la puesta en marcha de estos tratamientos en el año 2050 se reduciría la mortalidad en 180 millones de personas.[1]
Además del grave impacto sobre la salud, el tabaquismo también tiene efectos económicos de todas aquellas personas que fuman. Anualmente, un fumador pierde 2.000 € en tabaco, por lo que en el caso de una persona que lleva 20 años fumando, habrá perdido 40.000€.
La SEPAR y FENAER recuerdan cómo en el año 2021 se elaboró el borrador del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, un documento que contó con la aprobación de sociedades científicas, colegios profesionales y asociaciones de pacientes. “Esto suponía un punto de partida, ampliamente convenido y aprobado, para poner en marcha una nueva legislación que facilitase el control, la prevención y el tratamiento del tabaquismo”, remarca Mariano Pastor, Presidente de FENAER.
Dicho plan contempla medidas que buscan evitar que los jóvenes se inicien al consumo de tabaco, proteger la salud de los no fumadores frente al aire contaminado por humo de tabaco y prestar asistencia sanitaria a todos aquellos que deseen abandonar el tabaco. Además, el Plan facilitaría el desarrollo y puesta en marcha de medidas que sirvan para controlar la venta, publicidad y distribución de las nuevas formas de fumar, como son los cigarrillos electrónicos, los calentadores de tabaco o las pipas de agua entre otros. “Estas nuevas formas suponen una nueva plaga que afecta a los jóvenes y que potencian su iniciación al consumo de tabaco”, recalca el Dr. Rábade, quien recuerda, también, como ante el estancamiento del Plan, desde SEPAR ya se han puesto en marcha acciones para frenar una enfermedad que generará consecuencias nefastas dentro de quince años para la salud.