5 consejos de Ana Torrens para luchar contra las manchas y prevenirlas

Pueden aparecer como resultado de una acumulación del daño causado por la exposición prolongada al sol, pero también hay otros factores que intervienen en su aparición, como la administración de determinados fármacos, factores hormonales, herencia genética, algunas sustancias químicas, etc. Las manchas surgen porque los melanocitos, unas células presentes en nuestra piel, segregan una mayor cantidad de melanina ante estos estímulos.

Ana Torrens, farmacéutica y responsable científica de HD Cosmetic Efficiency, nos da 4 claves sobre las manchas y los activos más eficaces para combatirlas.

1-ELIGE ACTIVOS DESPIGMENTANTES QUE FUNCIONEN
Es muy importante averiguar el origen de esas manchas para poder tratarlas adecuadamente. La constancia será nuestra mejor aliada para conseguir la eficacia de los tratamientos tópicos que apliquemos. Para evitar y minimizar las hiperpigmentaciones, disponemos de activos con evidencia científica como el ácido tranexámico, el ácido kójico, la niacinamida, el extracto de hoja de guayaba… El ácido tranexámico es particularmente eficaz, ya que es capaz de reducir la producción de melanina al inhibir la enzima tirosinasa, involucrada en su producción. La línea MELAN-TXA incorpora estos activos. Podemos recurrir a ellos sin problemas en verano, tanto de día como de noche, siempre que apliquemos protector solar si nos exponemos al sol.

La vitamina C, que principalmente se usa como antioxidante y para recuperar la luz natural de la piel, también es un excelente activo despigmentante.

2- EL FOTOPROTECTOR: UN ALIADO PRINCIPAL PARA PREVENIR LAS MANCHAS
El principal producto que previene la aparición de manchas y arrugas es el fotoprotector, el cual hay que usarlo a diario durante todo el año. Un buen protector solar evitará problemas cutáneos posteriores si somos constantes y lo aplicamos adecuadamente. Además, los de última generación, como SUN-CARE, son mucho más que protectores solares: están formulados para ofrecer una fotoprotección antiedad global que previene y trata los signos del envejecimiento.

3-ELIGE EL PROTECTOR SOLAR QUE SE ADAPTE A LAS NECESIDADES DE TU PIEL.
Cada piel es única y necesita cuidados específicos. No podemos cuidar a todas las pieles de la misma manera.

Si tu piel es mixta o incluso grasa, lo ideal es que tu fotoprotector sea oil-free, que se absorba rápidamente y no deje brillos ni sensación grasa en la piel.

Las pieles sensibles, reactivas y las de los niños suelen responder de una manera más exagerada al entorno que nos rodea que una normal, y el sol es uno de los factores que más les afectan. Por ello, es fundamental el uso de un fotoprotector específico que proteja y minimice la irritación que pueda causar la radiación solar. Es aconsejable el uso de filtros físicos o minerales en este tipo de pieles, ya que se quedan en la capa superior de la piel, forman un film y actúan como un escudo que desvía los rayos solares. Es ideal que contenga activos calmantes, dado que estas pieles son más reactivas ante estímulos comunes del día a día.
En el caso de las pieles secas recomiendo fotoprotectores en textura crema formulados con activos que hidraten en profundidad.

4-BUSCA FOTOPROTECTORES QUE TAMBIÉN EJERZAN UNA ACCIÓN ANTIENVEJECIMIENTO.
La tendencia actual en solares es valorar aquellos que no sólo nos protegen de la radiación solar, sino que también previenen y tratan los signos del envejecimiento. Suponen una fotoprotección antiedad global gracias a la combinación de activos innovadores que protegen la piel tanto de las radiaciones solares como de los contaminantes externos y del estrés, propios de una vida urbana. Esto es posible al aprovechar los beneficios de la epigenética, que en cosmética logra activar y desactivar aquellos genes implicados en el envejecimiento de la piel. Así, silenciamos aquellos que dañan la piel y activamos los que favorecen su salud y buen aspecto.

5-DEFIÉNDETE DE LA LUZ AZUL DE LOS DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS.
La emisión de radiación ultravioleta (UVA y UVB) y la infrarroja contribuyen significativamente a la aparición de manchas, quemaduras, el envejecimiento prematuro y los daños en el ADN de las células cutáneas. Además, en el espectro de luz visible, la luz azul (también conocida como radiación HEV: High Energy Visible) ha ganado atención en los últimos tiempos. Se reconoce la existencia de la luz azul natural proveniente del sol, pero también se ha descubierto su parte artificial, emitida por dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tablets y luces LED, que está vinculada al síndrome de fatiga visual.

Se ha comprobado que la exposición a la luz azul puede tener efectos negativos en la piel, como la formación de manchas y arrugas, la pérdida de firmeza y elasticidad, así como la aceleración del envejecimiento digital. Esta radiación incluso puede dañar las células cutáneas.

Aunque la piel cuenta con mecanismos naturales de defensa contra esta radiación, una exposición excesiva puede sobrepasar estas defensas. Hasta ahora, la mayoría de los protectores solares han estado centrados en la protección contra la radiación ultravioleta y la infrarroja, pero gracias a la investigación se han desarrollado productos con filtros específicamente diseñados para proteger contra la luz azul.

Líneas como BLUMOIST y SUNCARE incorporan Blue Light Shield, un escudo contra los radicales libres generados por la luz azul (HEV). Este filtro biológico y antioxidante, extraído de fuentes naturales y cuyo principal componente activo son los arabinogalactanos, ayuda a contrarrestar el estrés oxidativo inducido por la luz azul mediante mecanismos de defensa oxigenantes y revitalizantes.

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