La psoriasis es una enfermedad inmunomediada sistémica, crónica y de amplia prevalencia que padecen 100 millones personas en el mundo. Su impacto en la vida de los pacientes va más allá de la piel, afectando a sus relaciones sociales, sexualidad y salud mental. Cuando se habla de psoriasis moderada grave este impacto es aún mayor.
Por este motivo y para ampliar las opciones terapéuticas que favorezcan las necesidades y preferencias de los pacientes ha llegado a España deucravacitnib (Sotyktu®). Se trata del primer y único inhibidor de la tirosina quinasa 2 (TYK2) aprobado y comercializado, de uso oral una vez al día para tratar psoriasis en placas de moderada a grave en adultos candidatos a terapia sistémica.
El fármaco, que ha obtenido el acuerdo de precio y financiación en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud (SNS) en sólo nueve meses tras la aprobación de la Comisión Europea, ha demostrado tener una eficacia a largo plazo similar a los tratamientos biológicos de primera generación.
En este sentido, el Dr. José Cabrera, Director Médico de BMS España & Portugal, ha querido destacar que
“existe una necesidad de terapias orales que refuerzan la eficacia a largo plazo y con buen perfil de seguridad-tolerabilidad que brinden una limpieza significativa de la piel y que mejoren la calidad de vida de los pacientes. Con deucravacitinib tenemos un tratamiento oral con el que se consigue el objetivo terapéutico que buscábamos con los tratamientos biológicos convencionales”.
Los pacientes con psoriasis tienen un aumento de riesgo para desarrollar otras enfermedades crónicas como artritis psoriásica, síndrome metabólico, trastornos cardiovasculares, y otras como ansiedad, depresión, hígado graso no alcohólico, enfermedad de Crohn o linfoma.
Por este motivo, el Dr. Pablo de la Cueva, Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid) y Secretario Grupo Psoriasis (GPs) de la AEDV, ha señalado que “la atención a los
pacientes con psoriasis requiere no solo tratar las lesiones cutáneas y la afectación articular, sino que también es importante identificar y tratar la comorbilidad que ya existe o que puede desarrollarse, ya sean enfermedades cardiovasculares, metabólicas o las afecciones psicológicas”. Para favorecer la adherencia y la persistencia en el tratamiento también ha destacado la relevancia de la decisión compartida: “El paciente quiere participar en la toma de decisiones, que se tengan en cuenta sus
preferencias y estilo de vida a la hora de iniciar un tratamiento, esto favorecerá la
adherencia y la persistencia”.