La enfermedad psoriásica es una patología sistémica crónica no contagiosa que afecta a la piel (psoriasis) y a las articulaciones (artritis psoriásica). Ambas patologías suelen estar interrelacionadas entre sí ya que se estima que entre un 10-30% de pacientes que tiene psoriasis en la piel puede desarrollar artritis psoriásica, la cual en el 70% de los casos se suele manifestar como una inflamación que afecta a los dedos de las manos y otras articulaciones.
Para abordar los retos y el futuro de la enfermedad psoriásica, dermatólogos y reumatólogos se han dado cita en el Simposio Innovara 2023, organizado por Janssen Pharmaceutical Companies de Johnson & Johnson, y en el que se han dado cita más de 200 profesionales sanitarios para analizar ‘El viaje del paciente con enfermedad psoriásica’.
Haciendo alusión a este ‘viaje’ que experimentan los pacientes a lo largo de su enfermedad, el Dr. José Manuel Carrascosa, dermatólogo del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), ha declarado que “el paciente con un diagnóstico de psoriasis empieza su viaje en soledad, cuando recibe el diagnóstico; pero continúa de alguna manera en compañía, porque la enfermedad le acompañará a él y a su entorno. Con el tiempo, es frecuente que la enfermedad se pueda cronificar y aparezcan comorbilidades articulares (como la artropatía psoriásica) y cardiovasculares que condicionarán su pronóstico”.
Todo ello tiene un gran impacto en la calidad de vida del paciente, puesto que repercute en el día a día y afecta a las actividades domésticas, laborales y sociales por los síntomas que sufren los pacientes. Una sintomatología que puede ir desde dolor o picor hasta incapacidad funcional, trastornos del sueño, ansiedad, depresión y/o disfunción sexual, y que varían en función de la extensión y localización de las lesiones de psoriasis.
Importancia del diagnóstico precoz
Para evitar en la medida de lo posible estas afectaciones, es vital conseguir un diagnóstico temprano1 como han destacado los especialistas asistentes al simposio. En este sentido, la artritis psoriásica puede ser especialmente difícil de diagnosticar, ya que se puede confundir con otras enfermedades porque no existen unas características clínicas exclusivas ni prueba complementaria específica. Así lo ha explicado la Dra. Raquel Almodóvar, reumatóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid), quien ha recalcado que “el diagnóstico de la artritis psoriásica suele realizarse a partir de la propia historia clínica y examen físico del paciente y hallazgos radiográficos característicos. Si la artritis psoriásica aparece precedida de psoriasis, el diagnóstico puede confirmarse con facilidad, pero si la artritis es previa a la psoriasis, el diagnóstico resulta más complejo y es posible que conlleve un retraso”.
Precisamente, un diagnóstico tardío “puede conllevar la aparición de complicaciones en forma de cronicidad, lo que hace a la enfermedad menos manejable e, incluso, secuelas que, en el caso de la artropatía psoriásica, pueden ser irreversibles”, ha explicado el Dr. Carrascosa. De igual manera ha incidido en ello la Dra. Almodóvar, afirmando que “alrededor del 60% de los pacientes con artritis psoriásica que no reciben un tratamiento adecuado durante el primer año de enfermedad, pueden presentar daño irreversible de las articulaciones, lo que conllevará a una discapacidad física, funcional o incapacidad laboral a largo plazo, sin olvidar tampoco el incremento del riesgo cardiovascular”.
Abordaje multidisciplinar en enfermedad psoriásica
Tanto la psoriasis como la artritis psoriásica son enfermedades inmunomediadas, es decir, que comparten los mismos mecanismos que las originan. “Por ello actualmente se habla de un único concepto, que es la enfermedad psoriásica, que se manifiesta a través de la piel y las articulaciones, donde se produce una reacción inflamatoria caracterizada por un incremento del número de vasos sanguíneos y la infiltración de un tipo de células blancas sanguíneas llamadas linfocitos T”, ha indicado la Dra. Almodóvar.
Sin embargo, los síntomas son muy variables entre los pacientes con enfermedad psoriásica, por lo que los expertos han destacado la importancia de diseñar programas de seguimiento personalizado desde los Servicios de Reumatología y Dermatología, de la mano de equipos multidisciplinares y con la implicación de los profesionales de Atención Primaria, en función de las características personales del paciente (edad y estilo de vida), clínicas (grado de afectación, localización, número de brotes anuales, medicación y enfermedades asociadas) y sociales, con el fin de mejorar su estado y calidad de vida1.
A lo largo del ‘viaje’ que experimentan los pacientes con enfermedad psoriásica, los especialistas en Dermatología y Reumatología son los profesionales que les acompañan. “Además de hacer un correcto diagnóstico, el dermatólogo tiene que acompañar, entender y empatizar con el paciente en una enfermedad crónica como es la enfermedad psoriásica”, ha expuesto el dermatólogo José Manuel Carrascosa. Por su parte, “el papel del reumatólogo se centra principalmente en el control de la inflamación articular y sistémica mediante un tratamiento individualizado según las características y gravedad de la enfermedad, con la finalidad de prevenir daño articular, conservar función física y controlar las posibles enfermedades asociadas tanto a nivel cardiovascular como psicoemocional, para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, ha añadido por su parte la reumatóloga Raquel Almodóvar.
Retos de futuro en enfermedad psoriásica
Ambos han destacado para terminar que el presente y el futuro en el abordaje de la enfermedad psoriásica es prometedor. Las actuales líneas de investigación se centran en mejorar el abordaje terapéutico con nuevas moléculas y la identificación de biomarcadores pronósticos y de respuesta que puedan orientar a la elección del fármaco más adecuado para cada paciente, con el objetivo de realizar una medicina de precisión. “Otro punto innovador y de gran interés es la existencia de estudios para analizar si una intervención terapéutica precoz en pacientes con psoriasis cutánea puede prevenir e interceptar el desarrollo de artritis psoriásica, lo cual supondría poder cambiar la historia natural de la enfermedad y un nuevo paradigma terapéutico”, ha aseverado la Dra. Almodóvar.
Además, el simposio Innovara ha permitido analizar también el papel de la Inteligencia Artificial (IA) en el abordaje de la enfermedad psoriásica; a través de “chat bots, mecanismos capaces de proporcionar respuestas a las preguntas más frecuentes que plantean los pacientes e incluso para el diagnóstico precoz de complicaciones y de la aparición de artropatía psoriásica, comorbilidades y gracias al big data”, ha concluido el Dr. José Manuel Carrascosa.