Los grupos parlamentarios apoyan las reivindicaciones de los pacientes anticoagulados

Los pacientes anticoagulados no se dan por vencidos. Están decididos a hacerse escuchar para mejorar la atención que reciben por parte del Sistema Nacional de Salud. Así ha quedado patente en la reunión Diálogos sobre Anticoagulación, celebrada ayer en el Congreso de los Diputados.Este encuentro ha sido organizado por la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN) con el doble objetivo de dar a conocer a los miembros de la Comisión de Sanidad la realidad de la deficitaria atención que reciben y de obtener un compromiso firme de los partidos políticos para que el Ministerio de Sanidad modifique ciertas decisiones que afectan de lleno a su supervivencia.

En España, más de 1.000.000 de personas toman anticoagulantes orales a diario. La mayoría son mayores de 65 años y polimedicados. Esta cifra aumenta cada año por el envejecimiento de la población y el aumento de los factores de riesgo vascular. Los anticoagulantes evitan la formación de trombo, lo que salva vidaspero requiere de una atención y seguimiento especial de los profesionales sanitarios y los propios pacientes.

El presidente de la Comisión de Sanidad, Agustín Santos, ha asegurado en el comienzo del encuentro que las conclusiones originadas se enviarán a la ministra de Sanidad y “cuando se traten los presupuestos tendremos en cuenta los ACOD”.

El presidente de FEASAN, Rafael Martínez, ha invitado a los representantes parlamentarios a asumir “su papel en la defensa de los derechos de los pacientes anticoagulados”. Dos de las claves que defiende esta organización son promover programas de autocontrol y tener acceso al mejor tratamiento, cosa que no ocurre en España: solo el 53% de pacientes tiene acceso a los ACOD (anticoagulantes orales de acción directa) cifra que supera el 80% en Europa.

Este aspecto ha sido avalado por la presidenta de la Sociedad Española de Calidad Asistencial, Inmaculada Mediavilla, quien, en su intervención ha resumido los principales datos del Atlas del Mal Control de la Anticoagulación en España y ha constatado “la ausencia de una estrategia nacional en materia de anticoagulación”: “El acceso a los ACOD en el SNS se realiza de manera sub-óptima a pesar de que las guías de práctica clínica los recomiendan como primera opción y los países de nuestro entorno así lo aplican”. Y ha concluido con esta frase dirigida a las y los parlamentarios: “Estamos en la casa de la soberanía nacional. Ojalá esta exposición les haga reflexionar y buscar soluciones. Se lo debemos a los pacientes”.

Durante el debate posterior con los portavoces de Sanidad de PSOE, PP, VOX y Sumar, introducido y moderado por la coordinadora del Grupo Cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), María Isabel Egocheaga, quien ha arrancado el debate con un llamamiento para concluir y publicar la actualización del IPT (Informe de Posicionamiento Terapéutico) de los ACOD, también ha pedido la eliminación del visado de inspección para estos fármacos y ha abierto una puerta a la esperanza a esta eliminación por el vencimiento de patentes y aparición de genéricos.

En la misma línea Elvira Velasco, vicepresidenta segunda de la Comisión de Sanidad del Grupo Parlamentario Popular, ha asegurado que “se legisló para quitar el visado de la EPOC y de la misma manera se puede hacer con este visado”.

Carmen Andrés, vocal de la Comisión de Sanidad del Grupo Parlamentario Socialista, ha confirmado que el visado a los ACOD está impuesto por motivos económicos y también que los objetivos de Feasan son compartidos por todos los grupos de la Comisión de Sanidad: “Podremos impulsar estas peticiones”, ha asegurado. Andrés ha añadido que la prescripción enfermera puede contribuir a mejorar el control del paciente anticoagulado.

El portavoz de la Comisión de Sanidad del Grupo Parlamentario VOX, David García, ha sumado a la Enfermería el papel que la farmacia comunitaria puede cumplir también en este control de los pacientes anticoagulados: “Están a pie de calle y las personas mayores y polimedicadas que están solas acuden a la farmacia”. En su opinión, es preciso reforzar Atención Primaria e involucrar a Enfermería y Farmacia Comunitarias para avanzar en el control del paciente anticoagulado.

La doctora Egocheaga ha subrayado que “la atención de la farmacia comunitaria es crucial. (…) El farmacéutico comunitario como agente sanitario es muy importante”.

Para Rafael Cofiño, portavoz de la Comisión de Sanidad del Grupo Parlamentario de Sumar, “el éxito será cuando esté asumido que el criterio de financiación de un fármaco no sea político sino técnico”. “El segundo punto es el precio de las innovaciones farmacológicas”. Sin olvidar que “todas las personas estén donde estén deben acceder al mejor tratamiento posible en términos de evidencia científica y esto también requiere que las agencias no tengan conflictos de interés y tengan buen músculo técnico”, ha afirmado.

Al final del encuentro, el vicepresidente de FEASAN, Miguel Montés, ha trasladado las siete medidas que promueve esta organización para mejorar la atención:

1.- EMPODERAR AL PACIENTE ANTICOAGULADO EN EL AUTOCUIDADO. El SNS debe debe incluir en sus protocolos la educación del paciente anticoagulado al inicio del tratamiento: ser informado obligatoriamente sobre los riesgos y la importancia de la adherencia al inicio del mismo, asegurando la comprensión de la información y realizando recordatorios periódicos.

2.- FACILITAR LA PRESCRIPCIÓN LIBRE DE LOS ACOD. El Ministerio de Sanidad debe retirar el visado de inspección y situar como tratamiento de primera línea a los fármacos más innovadores, los ACOD, de acuerdo con el criterio científico. Es nuestro derecho como pacientes recibir el mejor tratamiento disponible para abordar nuestras necesidades clínicas sin que el criterio económico limite el criterio clínico cuando hablamos del acceso a medicamentos que salvan vidas.

3.- INSTAURAR SISTEMAS DE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DEL CONTROL. Nuestros servicios regionales de salud deben evaluar la calidad del control del paciente anticoagulado y actuar de forma prioritaria ante indicadores de mal control, solo así evitaremos las casi 13.000 muertes que se producen cada año por culpa de un mal control de la anticoagulación.

4.- POTENCIAR LA DIGITALIZACIÓN DE LA GESTIÓN DEL TRATAMIENTO ANTICOAGULANTE ORAL (TAO): Los servicios regionales deben incorporar todas herramientas disponibles como alarmas que identifican un mal control del paciente, calculadoras de Tiempo en Rango Terapéutico, inteligencia artificial que detecta incongruencias en el plan de medicación y las historias compartidas en todos los niveles asistenciales. Los pacientes con un mal control de su TAO tienen más probabilidad de sufrir ictus y hemorragias, consumen más recursos sanitarios, presentan peor calidad de vida y tienen mayores pérdidas de productividad laboral. El buen control ahorraría al SNS 3 millones de visitas y 150 millones de euros al año.

5.- INCORPORAR EL SISTEMA DE AUTOCONTROL TAO A LA CARTERA DE SERVICIOS: Con toda la evidencia disponible de la seguridad y coste-eficacia del autocontrol, el SNS debe financiar esta opción de control del tratamiento anticoagulante oral a aquellos pacientes que no pueden beneficiarse de los ACOD, como es el caso de los portadores de válvulas cardíacas y las personas con el síndrome antifosfolípido. Ya se hace con el autocontrol en diabetes tipo 1: el SNS cubre los glucómetros y las tiras reactivas.

6.- FINANCIACIÓN DE LA INDICACIÓN DE LOS ACOD PARA ETV. El Ministerio de Sanidad debe acabar con esta desigualdad y equiparar los derechos de los pacientes en el acceso al tratamiento. Es urgente poner fin a esta situación de agravio comparativo entre pacientes.

7.- AUMENTAR LA FORMACIÓN CONTINUADA DE LA ATENCIÓN PRIMARIA. Para el buen control del paciente anticoagulado es indispensable que los profesionales que gestionan el tratamiento anticoagulante dispongan de todo el conocimiento necesario para garantizar la excelencia. El sistema debe asegurar que sus profesionales disponen de la preparación necesaria y de no ser así, cubrir esa necesidad de formación. La seguridad del paciente anticoagulado tiene que estar garantizada.

FEASAN ya presentó estas recomendaciones al Ministerio de Sanidad, a las CCAA y a organizaciones profesionales y ayer instó a los representantes de los grupos parlamentarios “a que promuevan las acciones necesarias que aceleren la implementación de estas propuestas de mejora que ayudarán a reducir muertes innecesarias y supondrán un ahorro al sistema”, recordaba el vicepresidente de FEASAN.

Pese a todos los esfuerzos desarrollados por FEASAN, “no hemos conseguido grandes avances. Pero no podemos permitirnos seguir en una situación de inmovilismo frente a estos problemas”, subrayaba Rafael Martínez al inicio del encuentro. “Lamentablemente, las prioridades del Ministerio de Sanidad y de las CCAA, en materia de anticoagulación, han sido hasta el momento los criterios económicos de control del gasto farmacéutico. Parece que, si con su gestión se pierden vidas, son daños colaterales”, ha asegurado.

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